GRADOS DE ASOCIACIÓN
Afirma
Aristóteles que el hombre es un animal social por definición. Esto es que si un
hombre no necesita de sociedad con otros no es, en rigor, un hombre. Será un
dios o una bestia. El hombre es además un animal social por naturaleza (zoon politikon). Esto es, que todo
hombre ya desde niño tiene esta tendencia a asociarse con otros semejantes.
Cuando se asocia con otros no hace más que realizar su propia inclinación.
Ahora bien, en un sentido muy amplio podríamos afirmar que casi todos los animales
son sociales, pues en ellos aparece un grado primario de asociación
sexual entre macho y hembra. El fin de esta asociación primaria es satisfacer
el instinto de reproducción. El hombre posee también este instinto y de la
satisfacción de éste surge la familia. Es claro que no puede ser en este
sentido en el que el hombre es llamado social. Lo poseen también los animales.
Existe otro grado secundario de asociación superior al anterior. Cuando varias
familias se unen en un pueblo o aldea procurando un beneficio para todos los
participantes. La finalidad de esta asociación es una más efectiva división del
trabajo y una mejor defensa ante males externos. No obstante, existen algunos
animales que se reúnen con estos fines en pequeñas “aldeas” como el propio
hombre: las abejas y las hormigas. Tampoco puede ser por esta asociación por la
que el hombre es llamado social, pues en este sentido no hay diferencia con
abejas u hormigas.