tag:blogger.com,1999:blog-299416792024-03-13T00:30:25.573+01:00FILOSOFÍA DESDE EL PALOMARJesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.comBlogger195125tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-69695856183612051882022-05-19T22:42:00.004+02:002022-05-19T22:42:59.655+02:00rf<p> <a href="https://www.youtube.com/watch?v=fuVwWL6uJ7Q">La Revolución Francesa (1789-1794) - YouTube</a></p>Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-22709937534016713012022-01-23T18:32:00.004+01:002022-01-27T00:17:02.405+01:00LA OTRA CAVERNA DE PLATÓN<div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/v5fGsHmEm_M" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div>Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-34637500899338190382021-04-03T17:39:00.007+02:002021-04-04T01:00:03.273+02:00LA FILOSOFÍA POLÍTICA DE THOMAS HOBBES<p><br /></p><div style="text-align: center;"><iframe allow="accelerometer; autoplay; clipboard-write; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/YnR3oDYujUQ" title="YouTube video player" width="560"></iframe></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><u>Introducción</u></span></span></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Thomas
Hobbes es el primer filósofo moderno que elabora una teoría
contractualista. La visión antropológica que se desprende de sus
escritos no es muy halagüeña. la imagen de los seres humanos que
destila su obra es la de unas criaturas egoístas, desconfiadas y
pendencieras. Lo que le llevó a pensar que la gobernabilidad de los
hombres era prácticamente imposible sin un gran poder capaz de
atemorizarlos a todos.</span></span></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Es
posible que el genio de Hobbes fuese naturalmente misántropo. Pero
la época que le tocó vivir no le dio muchas posibilidades de
modificar su ánimo. Nació en Inglaterra en 1588 de forma prematura a causa del
terror de su madre al constatar que la armada española se acercaba a
las costas británicas. A propósito de aquel acontecimiento el
propio Hobbes dirá: «El miedo y yo nacimos gemelos». Frase que es
toda una presentación. Después de tan accidentado nacimiento la
cosa no fue mucho mejor. A la vez que el continente europeo se
desangraba en cruentas guerras de religión, Hobbes vivió en su
propio país dos guerras civiles, la decapitación del rey Carlos I,
la dictadura de Cromwell y la restauración de la dinastía de los
Estuardo. Hubo entonces uno poco de paz y tranquilidad en Inglaterra.
Para mantener esa paz anhelada tan escasa en la época, Hobbes
defendió de facto durante sus últimos días la monarquía de Carlos
II, rey católico con pretensiones de monarca absoluto; aunque la
legitimación que el filósofo propondrá no será religiosa, sino
pretendidamente racional. </span></span>
</p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Hobbes
murió en 1679 sin llegar a conocer la monarquía constitucional a la
que daría lugar la Revolución Gloriosa de 1688.</span></span></p><p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><u>Estado
de naturaleza</u></span></span></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Para
Hobbes los hombres en estado de naturaleza están dominados por sus
pasiones: el instinto de conservación y la búsqueda de su propio
bien. Todos compiten por las mismas cosas, desconfían de los otros y
buscan reconocimiento y gloria. Dado que tienen también libertad
natural para conseguir sus fines aun a costa del bien de los otros,
la situación desemboca pronto en una guerra de todos contra todos.
La situación de guerra no es siempre explícita. La desconfianza
mutua y la disposición a la lucha es ya una situación de guerra. Y
aunque no haya violencia física durante algún tiempo no quiere
decir que haya paz, sino tregua:</span></span></p>
<p><br />
<br />
</p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«durante
el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los
atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se
denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos.
Porque la guerra no consiste solamente en batallar, en el acto de
luchar, sino que se da durante el lapso en que la voluntad de luchar
se manifiesta de modo suficiente.»</span></span></p>
<p align="right"><sup><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Leviatán</span></span></sup></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p> <span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">De
modo que este es nuestro comportamiento natural: el hombre es un lobo
para el hombre. Cuando la violencia se hace patente, podría ocurrir
que los más fuertes ganaran esta guerra y al menos se produjese una
cierta estabilidad. Pero según Hobbes esto es prácticamente
imposible. Cierto que hay hombres más fuertes que otros, pero
nuestras capacidades pueden ser potencialmente equivalentes en una
situación de conflicto continuado. Aunque algunos sean más fuertes,
otros son más hábiles o más inteligentes, y en cualquier caso
todos tenemos que dormir en algún momento y estar en una situación
de máxima vulnerabilidad. Siendo así, la guerra entre todos no
satisface a nadie y la victoria definitiva de unos sobre otros no se
produce nunca. En tal escenario predomina el miedo y la vida de los
hombres es corta y miserable: los hombres son enemigos entre sí y
cada uno depende de su fuerza y de su ingenio para sobrevivir: </span></span>
</p>
<p><br />
</p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«En
una situación semejante no existe oportunidad para la industria, ya
que su fruto es incierto; por consiguiente no hay cultivo de la
tierra, ni navegación, ni uso de artículos que pueden ser
importados por mar, ni construcciones confortables, ni instrumentos
para mover y remover las cosas que requieren mucha fuerza, ni
conocimiento de la faz de la tierra, ni cómputo del tiempo, ni
artes, ni letras, ni sociedad; y lo que es peor de todo, existe
continuo temor y peligro de muerte violenta; y la vida del hombre es
solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve.». </span></span>
</p>
<p align="right"><sup><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Leviatán</span></span></sup></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Hobbes
no considera que el hombre en estado de naturaleza sea malvado. El
lobo que degüella un ternero tampoco lo es. En estado de naturaleza
no existe el bien o el mal moral, ni en lobos ni en humanos, pues
todos tienen la libertad natural de satisfacer sus instintos
naturales. La valoración moral o la justicia solo podrá aparecer en
un estado civil donde existan leyes de obligado cumplimiento. </span></span>
</p>
<p><br />
<br />
</p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><u>Pacto
social</u></span></span></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Dado
que los hombres tienen también conocimiento y razón procuran un
pacto o contrato entre ellos para acabar con esta penosa e insociable
situación natural. Las abejas o las hormigas son sociales por
naturaleza, como dijo Aristóteles; pero, según Hobbes, los seres
humanos tenemos que alcanzar el grado de sociedad de modo artificial,
a través de un peculiar rodeo. En este pacto todos los hombres
renuncian a su derecho natural, es decir, a ejercer su natural
libertad para alcanzar sus fines egoístas sometiendo o dañando a
otros si fuese necesario. Pero tal norma básica no sería
practicable si no hubiese un poder incuestionable y coactivo que les
obligase a todos. De modo que acuerdan entre todos dar este poder a
un solo hombre o a un grupo para mantener el orden y procurar la paz.
Tal hombre o asamblea de hombres es el soberano y tendrá un poder
absoluto, indivisible e irrepresentable: se constituye así la
sociedad civil y el Estado. </span></span>
</p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
soberano posee un poder absoluto y no está sometido a ley alguna y
es totalmente libre, pues permanece en estado de naturaleza. El
contrato se ha hecho entre los hombres, pero no se ha hecho con el
soberano. A partir de este momento los hombres serán súbditos del
soberano. La única incuestionable exigencia de la sociedad al
soberano es procurar la paz. Los súbditos no tienen derecho de
resistencia o rebelión ni siquiera ante un jefe cruel o pendenciero,
pero si el pueblo se rebela y establece otro soberano, este último
habrá de ser igualmente respetado para que el pacto primigenio, y
sus incuestionables beneficios, siga vigente.</span></span></p>
<p><span style="font-family: Arial Narrow, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
sujeto temible al que todos deberían obediencia se llamaba Estado.
En su obra fundamental Leviatán, publicada en 1651, lo comparaba con
el terrible monstruo marino que aparece en la Biblia. </span></span>
</p><br /></div>Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-2447802179502979562020-10-13T20:39:00.007+02:002020-10-13T20:43:35.484+02:00APUNTES DE UN DISIDENTE<p><span style="font-family: arial; font-size: large; text-align: justify;">Ensayo crítico contra la corrección política omnipresente en
los medios de comunicación y en gran parte de la sociedad. El libro
se divide en cuatro bloques temáticos: la inercia liberticida que
amenaza a Occidente, el bucle secesionista catalán, la decadencia
del Estado de partidos vigente en España desde la Transición y el
desastre educativo que padecemos desde hace décadas. En definitiva,
reflexiones de un disidente para lectores disidentes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">Échale un vistazo y empieza a leerlo gratis.</span></p>
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="550" src="https://leer.amazon.es/kp/card?asin=B07XYGRSNB&preview=inline&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_GoFHFb49NHGNJ" style="max-width: 100%;" type="text/html" width="336"></iframe>Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-75503643925213794362019-10-30T20:58:00.002+01:002019-10-30T21:08:46.231+01:00LAS RELIGIONES POLÍTICAS Y LOS NUEVOS SANTOS<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Para
el escritor norteamericano Michael Walzer la Modernidad empezó con
lo que él dio en llamar l<i>a revolución de los santos</i>,
puritanos calvinistas del siglo XVII que inauguraron la política
radical y se adueñaron del Estado. Pero aunque ha pasado ya mucho
tiempo, la verdad es que desde entonces los nuevos santos no han
dejado de habitar el poder. </span></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Fue
el empeño jacobino de hacer de la pureza de corazón la principal
virtud política lo que originó el periodo de Terror en la
Revolución Francesa. Vinieron luego otros terrores y otros santos.
Todos laicos, pero llenos de fervor religioso. Y hoy, como ayer, para
multitud de ateos imbuidos de santidad al modo del incorruptible
Robespierre; nada tiene valor si no se deriva de un corazón puro y
la correspondiente fe. </span></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div align="justify" class="western" style="font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; text-decoration: none;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;"><span style="background: transparent; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El
asalto al poder de estos <i>nuevos santos</i> nos lo explico en 1938
el gran filósofo de la política Eric Voegelin con un libro
memorable nunca suficientemente leído: <i>Las religiones políticas</i>.
Toda civilización camina de la mano de una religión. Cuando se la
expulsa de la conciencia social, el poder político asume otras sin
percatarse de que los son. Lo reprimido retorna siempre; pero
deformado neuróticamente, nos dice Freud: esa es nuestra peculiar
tragedia contemporánea. </span></span></span>
</div>
<div align="left" class="western" style="font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; text-decoration: none;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div align="justify" class="western" style="font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; orphans: 2; text-decoration: none;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;"><span style="background: transparent; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Para
Voegelin las religiones que apelan a lo transcendente tienden a poner
límites al poder político, así fue en la Edad Media según la
tesis de nuestro autor; pero las pseudoreligiones inmanentes que
crecen a la sombra del Estado moderno, convierten a éste en Dios: el
Estado se legitima a sí mismo y entra en una deriva totalitaria. En
el siglo XX la <i>religiosida</i><i>d</i><i> </i>nazi y bolchevique
alcanzó su apogeo. Hoy, si usted no comulga con el animalismo, con
el nuevo feminismo ni con los adolescentes profetas del apocalipsis
climático; no es un disidente, es un hereje. El panóptico le
observa y el Estado lo sabe. </span></span></span>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Aunque
usted es muy consciente de que sus pensamientos no están a la moda
(la mayoría de los periódicos e informativos de televisión le
evidencian la incómoda disonancia), no acaba de entender cuales son
sus <i>imperdonables pecados,</i> y es por eso que en reuniones
familiares o en su lugar de trabajo tiene a veces la extraña
necesidad de <i>confesarse</i>. Tanto si habla como si calla, está
perdido. Los devotos de las religiones políticas se han convertido
en inquisidores y usted es sospechoso: su silencio le condenará y
sus palabras también; pues lo que dice, por más que se declare
inocente con lo que usted cree que son buenas razones, será
considerado solo el disfraz de lo que oculta y no quiere decir. A los
terroristas etarras el Estado les ha concedido una bula y han sido
perdonados por lo que hicieron en el pasado (aunque asesinaron
mujeres y niños hoy son <i>sinceros</i> feministas y <i>protectores
</i>de la infancia); pero recuerde que usted está excomulgado y
nunca será perdonado por lo que podría llegar a hacer en el futuro
(también Hitler fue un jovencito encantador que pintaba cuadros y
nos engañó a todos). Podrá donar una gran fortuna para beneficiar
a los enfermos de cáncer, incluso acudir al día del orgullo gay con
zapatos de plataforma o clamar vehementemente en la plaza pública
que defiende los derechos de todas las mujeres del mundo; pero "no,
bonita", no perteneces al grupo de los piadosos. Ni siendo
feminista, negra y lesbiana te admitirían en él.</span></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Un
mundo sin piedad es un tormento, pero con algunas piedades puede ser
un infierno. La piedad de los piadosos que sin juicio previo asumen
que usted no lo es, tiene imprevisible consecuencias: «La piedad, en
cuanto resorte de la virtud, ha probado tener una mayor capacidad
para la crueldad que la crueldad misma», nos recuerda Hannah Arendt
repasando lo acontecido en pasadas revoluciones. No resultan extrañas
entonces las frases que una sección de la Comuna de París presenta
a la Convención Nacional: «Por piedad, por amor, por humanidad,
seamos inhumanos; de este modo, el hábil y salutífero cirujano, con
su estilete benevolente y cruel, corta la pierna gangrenada a fin de
salvar el cuerpo del enfermo», donde la pierna gangrenada podría
ser por ejemplo usted mismo. O un servidor, después de escribir este
herético artículo. Cierto que hoy las revoluciones van a cámara
lenta, se adornan con velitas y se hacen con sonrisas. Pero no se
confíe demasiado: si "el cuerpo está enfermo", algo habrá
que hacer con "la pierna".</span></span></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: small;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><br /></div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Dios
nos libre de gobernantes “santos” dispuestos a imponernos "el
Bien" por nuestro propio bien.</span></span><br />
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Publicado el 8 de Agosto de 2019 en <a href="https://disidentia.com/las-religiones-politicas-y-los-nuevos-santos/">DISIDENTIA</a>.</span><br />
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span></span><br />
<span style="font-family: "arial narrow" , sans-serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></span></span><br />
<br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-74600689992529804652019-04-10T21:40:00.001+02:002019-04-10T21:42:38.340+02:00MADURO Y "LA IZQUIERDA DIVINA"<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">En un reciente mitin Pedro Sánchez ha dicho que “la izquierda nada tiene que ver con Maduro, que la izquierda es todo lo opuesto a Maduro”. Nuestro docto presidente no apuntaló sus palabras con argumento alguno.</span><br />
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">Ante tan rotunda afirmación enseguida me vino a la mente la escolástica medieval. Mi imaginación se puso a fantasear. Imaginé entonces una distópica España donde la aseveración de Sánchez, </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">cual dogma teológico, se asumiese por fe</strong><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">, revelación de algún libro sagrado o por la autoridad indiscutida de algún presunto sabio. ¿Qué nos diría el escolástico Pedro Sánchez para justificar su tesis?</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Probablemente utilizaría el razonamiento silogístico. El ejemplo más clásico y famoso del susodicho razonamiento aristotélico expresaba que todo hombre es mortal y que, precisamente por eso, también Sócrates lo es. El nuevo, calcado del anterior, vendría a decir lo siguiente: Todo gobernante de izquierdas es un justo gobernante. Juan es un gobernante de izquierdas. Luego, Juan es un justo gobernante. Pero, ¿qué pasa si Maduro, que muchos consideran de izquierdas, es un tirano? <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Pues que no es un tirano o no es verdaderamente de izquierdas</strong>, que es la opción finalmente elegida por Pedro Sánchez. En virtud de una autoridad infalible (quizá Marx, Gramsci o Laclau), la premisa mayor quedaría intacta: Todo gobernante de izquierdas es un justo gobernante.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Pensé más detenidamente en ese mundo imaginado y descubrí que, después de todo, no era tan disparatado, pues tal escolástica política se aplicó profusamente en los años setenta. Cada vez se hacía más evidente que la URSS era una cruenta dictadura; sin embargo, muchos no lo veían así. Recuerdo al pobre Solzhenitsyn por televisión contando las penurias padecidas en su celda siberiana y denunciando las perversiones del sistema soviético. Y recuerdo también cómo una hueste de intelectuales se indignó por su <em style="box-sizing: border-box;">mentiroso testimonio. </em>El maltratado Solzhenitsyn se quedó pasmado al constatar el número de personas presuntamente inteligentes que negaban la evidencia y afirmaban que la URSS era un paraíso comunista.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-variant: normal; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">A principios de los ochenta muchos empezaron a definir el sistema político de la URSS como capitalismo de Estado y, en ese preciso momento, dejaron de afirmar que la Unión Soviética era un paraíso. </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">O sea, que finalmente la URSS no era comunista</strong><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">. No obstante, el silogismo seguía funcionando y la premisa mayor seguía intacta: un país comunista es un paraíso, ¡Acabásemos!</span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
En los setenta el eficaz silogismo desprestigiaba automáticamente a los malintencionados críticos; todos ellos filocapitalistas, contrarrevolucionarios, derechistas y fascistas, Solzhenitsyn incluido. Y es que las cosas habían cambiado muy poco desde que Galileo tuvo que admitir, a fuerza de silogismo, que la Tierra no se movía y el Sol giraba a su alrededor.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
La escolástica medieval acabó por ceder ante el empirismo de Francis Bacon y el racionalismo cartesiano. La experiencia y la razón, y no la autoridad de un presunto sabio o de un texto sagrado; eran los procedimientos adecuados para alcanzar sólidos conocimientos. Bacon y Descartes advertían, además, que el razonamiento silogístico servía para exponer con claridad algo previamente asumido como verdad, <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">pero resultaba inútil para deducir una nueva verdad</strong>. O sea, que se trataba de un engañabobos.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Obviamente el tema de este artículo no es averiguar si Maduro es de izquierdas o si los gobernantes de izquierdas pueden ser tiranos, bizantinos problemas que rebasan mi capacidad. El asunto, más urgente por básico y elemental, es de orden epistemológico: ¿es mejor ser escolástico, empirista o racionalista? Usted, estimado lector, tiene la última palabra.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Publicado el 31 de Enero de 2019 en <a href="https://disidentia.com/maduro-y-la-izquierda-divina/">Disidentia</a></div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-3277705043499004082018-12-14T16:12:00.001+01:002018-12-14T16:15:02.183+01:00COSNTITUCIÓN Y LIBERTAD<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En los siglos XVI y XVII las estructuras estatales de los principales países europeos están ya claramente definidas y los reyes han dejado de ser garantes del disperso derecho previamente existente para convertirse en monarcas absolutos y creadores de leyes.
Jean Bodin y posteriormente Thomas Hobbes emplean entonces los términos soberanía y soberano. El soberano es el sujeto que posee el supremo poder. En las monarquías absolutas el rey es el soberano: juez, gobernador y legislador por encima del cual no hay hombre ni ley alguna. La soberanía del rey es inalienable, indivisible e irrepresentable. Su poder se fundamenta en Dios y se trasmite por herencia genética de una generación a otra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> Durante el siglo XVIII el titular de la soberanía es cuestionado. Si Bodin y Hobbes utilizaron el término referido fundamentalmente al rey, será Rousseau el primero en afirmar que el pueblo es o debe ser el soberano. Un poder popular a imagen y semejanza del antiguo poder del rey: inalienable, indivisible e irrepresentable. Las revoluciones norteamericana y francesa ponen en práctica la idea roussoniana de la soberanía popular, aunque con una importante modificación: el carácter representativo de la Asamblea Nacional. Entra entonces en juego el principio democrático que pretende sustituir al principio monárquico del antiguo régimen.
Es en este contexto donde tiene pleno sentido el término Constitución. En EE.UU y Francia son las asambleas nacionales las que elaboran una Constitución. Pero, ¿qué es lo que constituyen las constituciones? No desde luego los estados ni la Ley, pues los estados monárquicos estaban ya constituidos y tenían su propia ley. Tampoco los pueblos o las naciones ya constituidos en los límites territoriales de los estados. Constituyen entonces las garantías de los derechos fundamentales y la independencia de los poderes del Estado. Así, el poder soberano del pueblo pone limite al poder político convirtiéndose en un poder constituyente. Y los planteamientos democráticos de Rousseau se complementan con los principios liberales de Locke y Montesquieu. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Los derechos fundamentales son los derechos políticos y civiles. Los primeros posibilitan la participación del pueblo en la elaboración de las leyes, y los segundos garantizan las libertades individuales; entre ellas, la libertad de expresión, de manifestación, de asociación, de circulación, de propiedad y de comercio. Para hacer más efectiva la garantía de estos derechos es ineludible que ejecutivo, legislativo y judicial no dependan unos de otros y que el ejecutivo se convierta en un poder constituido, es decir, limitado por la propia Constitución y enfrentado al legislativo. No es pues retórico el articulo XVI de los derechos del hombre y el ciudadano proclamados por la Asamblea Nacional francesa en 1789: <i>Toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos, ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución.</i> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tenemos entonces que, en puridad, una verdadera Constitución tiene tres rasgos ineludibles: el principio democrático de su origen, la garantía de los derechos fundamentales y la independencia de los poderes del Estado.
Una Constitución no es pues cualquier cosa y no es desde luego una mera Carta de Leyes, posibilita el juego político; o más propiamente, la política. Atendiendo a la distinción que el insigne pensador Dalmacio Negro propone, lo político es inherente a las sociedades humanas en la medida en que éstas van acompañadas de un poder coactivo que mantiene el orden social, pero la política es el reino de la libertad. Sin libertad de pensamiento y expresión que posibilita el debate abierto, y sin el resto de libertades políticas e individuales, no hay pues política. Y si somos escrupulosos al respecto, diríamos que si tales libertades son concedidas y no conquistadas por el pueblo, tampoco; pues extrañas libertades son aquellas que pueden ser eliminadas al margen del la voluntad de la ciudadanía: lo que es concedido graciosamente puede ser graciosamente arrebatado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Una verdadera Constitución propone entonces unas reglas de juego, mera estructura formal sin abundar en contenidos explícitamente ideológicos. Por eso los llamados derechos de segunda generación o derechos sociales pueden o no incluirse en el texto constitucional, pero no son en puridad Constitución, sino leyes de la Constitución, como afirma Carl Schmitt en la obra fundadora del constitucionalismo moderno <i>Teoría de la Constitución.</i> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Los asuntos sociales son obviamente importantes y es el juego político que la Constitución inaugura el que tendrá que determinar su presencia. Los partidos y asociaciones surgidos de la sociedad civil ofertarán diferentes modelos ideológicos y serán los ciudadanos los que habrán de tener la última palabra por medio del debate abierto y el sufragio. Más impuestos y más servicios públicos o menos impuestos y menos servicios, más libertad y autonomía para el ciudadano o más seguridad y dependencia del Estado son los polos elementales en los que el juego político se mueve en toda sociedad abierta, plural y regida por una verdadera Constitución. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Hay leyes más acá de toda Constitución, y el Parlamento, poder constituido, tiene licencia para promulgarlas. La regla básica es no contradecir la Constitución misma, que es tanto como decir no saltarse las reglas del juego. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La libertad política se aprende ejerciéndola y tener miedo a la libertad es la constatación palmaria de que no se es libre del todo. Quizá ha llegado el momento de pensar en un periodo de libertad constituyente. </span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana","geneva",sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Publicado en </span><a href="https://disidentia.com/constitucion-y-libertad/" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #cc0000; font-family: "verdana","geneva",sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Disidentia</a><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: "verdana","geneva",sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"> el 8 de diciembre de 2018</span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike></span></div>
<div class="western" style="background: none; line-height: 100%; margin-bottom: 0cm; margin-left: 1.3cm; margin-right: 1cm; text-align: justify; text-indent: 1.2cm;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br /></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-35904329456126996542018-11-14T21:27:00.001+01:002018-11-24T12:59:16.873+01:00EL FASCISMO DEL ANTIFASCISMO<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">(El antifascismo y la trivialización del Mal)</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Los ángeles custodios de las causas justas no paran de inventarse enemigos o resucitarlos del pasado. Necesitan relatos heroicos en los que aparecer como resistentes a regímenes racistas, heteropatriarcales y totalitarios que solo conocen por el cine o la televisión. Son batallas ganadas antes de empezar, combates sin riesgo que, sin embargo, proporcionan a nuestros héroes un impagable beneficio: saberse del lado del Bien. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Demasiado tiempo sin guerras. Demasiado tiempo sin conflictos verdaderamente serios. Demasiado aburrimiento, quizá. El paraíso socialdemócrata carece de épica. Y por eso hay que inventarla, aunque resulte al fin ñoña, cacofónica y de malísima calidad: caballeros de cartón piedra contra dragones de papel. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Pero hoy nada escapa a la producción en serie, tampoco la épica. Los nuevos misioneros antifascistas y, por ende, antibelicistas, anticapitalistas, antimachistas, antirracistas y partidarios de todo lo bueno, reparten el Mal en latas con apertura de anilla y perfectamente etiquetadas, sin cafeína ni calorías para mayor gloria del consumidor: sentarse con las piernas abiertas es una imperdonable ofensa contra las mujeres; la bandera de España es de fachas; decir que en Cataluña se intentó dar un golpe de Estado es crispar; y manifestarse en Alsasua por la libertad y en solidaridad con los guardias civiles que fueron agredidos, es una intolerable provocación. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">No hay que confundirse: el Mal es ese (solamente ese), y no otro. Lo repiten una y otra vez, con semblante serio en los informativos o entre carcajadas en los programas de humor. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Como el pícaro curandero que induce la enfermedad y nos vende el remedio, la vanguardia revolucionaria de la bondad universal no solo empaqueta, etiqueta y distribuyen el Mal, también lo combate: </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Ortega Lara, que estuvo secuestrado por ETA casi dos años, es recibido por un grupo de manifestantes en Murcia con la frase "que vuelva al zulo". Los antisistema con chalet de lujo han decidido que necesitamos esos dos minutos de odio que Orwell nos presentó en su imprescindible novela 1984. Y quien dice dos minutos dice dos horas, dos días, dos años... Convertir el odio en hábito lejos de ser un vicio es la nueva virtud. Los santos nuevos rectifican así a los antiguos: odia y haz lo que quieras. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Un ciudadano es multado por un poema. El verso más polémico tiene solo dos palabras: “inquieta bragueta”. Si vislumbras en el rítmico escrito cierto ingenio o gracejo, eres un machista potencialmente peligroso. En un futuro cercano hablar bien del Mal se convertirá en delito y la metáfora y la metonimia estarán definitivamente proscritas. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Antiespecistas crispados se manifiesta a las puertas de un famoso bar de Madrid con el lema “no es jamón, es cerdo muerto”: los mataderos municipales son campos de exterminio; sus trabajadores, torturadores nazis; y los que comemos carne, cómplices del asesinato en masa. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La guerra de guerrillas continúa. Mañana habrá más valerosos actos de la resistencia, aderezados con múltiples velitas encendidas y con el Imagine de John Lennon sonando de fondo. </span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El Bien es imparable, pronto será obligatorio. El Mal está a punto de desaparecer. Pero... ¿y si el Mal no fuera ese?</span><span data-text="true" style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> </span><br />
</div>
<div class="_1mf _1mj" data-block="true" data-editor="e5lmk" data-offset-key="7ud3d-0-0" style="direction: ltr; position: relative; text-align: left; white-space: pre-wrap;">
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Jesús Palomar</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Publicado en <a href="https://disidentia.com/el-fascismo-del-antifascismo/" style="color: #cc0000; text-decoration: none;">Disidentia</a> el 21 de noviembre de 2018</div>
<b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike>
</b></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-81386954828452587392018-10-19T20:49:00.000+02:002018-10-19T20:49:01.284+02:00EL "BUENISMO", UNA NUEVA RELIGIÓN<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">El rito sacrificial está en el origen de la civilización y, por ende, de prácticamente todas las religiones. Las más arcaicas sacrificaban a una persona que era considerada siempre culpable. El rito devolvía así la paz a una comunidad ocasionalmente crispada. Según </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">René Girard</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">, escritor y antropólogo francés, el critianismo cambió el guión de este viejo drama: un único sacrificado al que todos reconocieron como víctima inocente acabó con todos los sacrificios. Desde entonces, al menos en Occidente, fue suficiente con recordarlo periódicamente de forma simbólica. Para Girard esto supuso un </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">avance civilizatorio</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">.</span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">Cuando hay un único sacrificado que es reconocido como inocente, la Humanidad se hermana: el C</span><em style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: italic; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">ordero de Dios</em><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> quita el pecado del mundo; y no solo de un grupo, de una comunidad o de una nación. Todos somos inocentes porque todos somos culpables. Sin embargo, cuando alguien se considera víctima inocente en virtud de su pertenencia a un grupo, la Humanidad se fragmenta: </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">unos son los malos y otros son los buenos</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">. En nombre del progreso se produce un regreso, y la política se convierte en una </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">religión primitiva</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> que no sabe que lo es.</span><br />
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Los modernos pseudoilustrados que pretenden reinventar la Humanidad vuelven así sin saberlo a las pulsiones más elementales que están en el origen de todos los <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">ritos arcaicos</strong>: en nombre de los grupos inocentes, los grupos designados como culpables han de ser sacrificados, siquiera simbólicamante en el altar de los medios de comunicación. Pero ¿quiénes son los inocentes?</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Tengo una amiga a la que le molesta mucho que las madres suban al autobús con su niño en un carrito, pero es muy comprensiva con los ciegos que suben con un perro. Y no es por un amor desinteresado a los ciegos, sino a los perros.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Hace unas semanas el Ayuntamiento de Ciudad Real aprobó la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">parada bajo demanda</strong> para mujeres que viajan solas en los autobuses que circulan por la noche. Un concejal de la oposición pidió que se incluyesen entre los beneficiarios a personas mayores y discapacitadas, pero el pleno se opuso. El motivo no confesado para esta extraña negativa es fácil de adivinar: las mujeres son inocentes, pero los ancianos y discapacitados no.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Adoradores de la madre Tierra, animalistas, neofeministas, elegetebistas, secesionistas frustrados… son los nuevos inocentes de la nueva “arcaica religión”, y su mera presencia o su afectado testimonio nos convierten a todos los demás en presuntos culpables. La exaltación del inocente del buenismo imperante no deja de ser un cristianismo enloquecido, por más que la mayoría de sus miembros se declaren ateos.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
En la nueva religión la dialéctica gregaria de los perseguidos y los perseguidores, intensificada por la pasión mimética que diría René Girard, se superpone a cualquier intento de reflexión. El lenguaje está finiquitado y <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">la razón ha caducado</strong>. El rostro entristecido de la “víctima inocente” pululando por las redes sociales y por la televisión es la nueva verdad. Todo el que tenga ojos lo verá. Para atender a las palabras hay al menos que saber leer. Para pensar, hay que saber razonar un poco. Pero las imágenes hablan a todos por sí mismas con abrumadora objetividad.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
En esta tensión soterrada, guerra silenciosa al fin, gana quien más pena da. Y como la pena es un inobservable, es la conducta que a ella se asocia lo que vale: ojos húmedos, cejas arqueadas, llanto y lágrimas. Estas son las nuevas armas de los grupos autodenominados víctimas. La imagen lo es todo, prueba indiscutible y fundadora de “nuevos derechos”. Las palabras ya solo importan a unos pocos. <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Leer o escribir es pasatiempo de cuatro gatos</strong>.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Si <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Marx</strong> viviese en nuestra época aprendería a ser un excelente actor y un experto fotógrafo. Tantos libros escritos, y tan gordos, ¿para qué? La frase de nuestro Marx moderno diría: “¡quejicas y llorones del mundo, uníos!” <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Cabe en un tuit y puede acompañarse con un meme</strong>. Tan solo estas palabras, subtitulando la foto del barbudo Marx sumido en un llanto inconsolable y vestido de <em style="box-sizing: border-box;">drag queen</em>, podrían cambiar el rumbo de la Historia.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
No queremos ya razones, <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">queremos emociones</strong>, incluso sensaciones (cuanto más básicas, mejor). Un político aparece por televisión y alguien ufanamente exclama: “qué asco me da, no lo puedo soportar”, y se acabó la reflexión. Pensar requiere esfuerzo y los argumentos pueden ser discutidos; pero degustar y oler es fácil, y los sabores y los olores no son refutables. Hoy el asco es estructural, no depende de la persona: joven o viejo, guapo o feo; si no defiende con suficiente vehemencia a las autoproclamadas víctimas, “que asco me da”. Los inocentes agradan y provocan empatía, los culpables tan solo dan asco. Pero como dan asco tras ser etiquetados previamente como culpables por los infatigables y mediáticos defensores de los inocentes, no hay forma de salir del círculo. Regresamos entonces al mundo emocional y sensitivo de la primera infancia. Hay cosas que nos agradan como un postre almibarado y otras muchas que nos repugnan como el pescado podrido: <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">la política se ha convertido en cuestión de olores y sabores</strong>; y el asco, en su principal categoría.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-variant: normal; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Las plantas y los animales son inocentes. Los homosexuales son inocentes. Todas las mujeres son inocentes, y por eso son seres de luz incapaces de mentir o de cometer un crimen. Sin embargo, hay muchas personas culpables en virtud de algún pecado original. Los pecados son múltiples y variados: ser blanco y occidental (y no fustigarse por ello), haber nacido hombre, ser heterosexual, ser aficionado a los toros, celebrar la Navidad o no adorar con suficiente devoción a <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Ernesto Che Guevara</strong>. Algunos son pintorescos; otros, aparentemente insignificantes y simplones. Tanto da, todos son igualmente pecados y ninguno ha de ser perdonando. El buenismo alimenta el odio como la gasolina al fuego y necesita siempre identificar a los malísimos que, obviamente, siempre son los otros… y dan mucho asco.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-variant: normal; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Apunto estamos de eliminar las fronteras y abolir el ejército. El mundo es un paraíso porque la gente es inocente y buena; pero ojo, no vaya usted a quedar fuera de “la gente”. Disentir es confesión de culpabilidad. Si usted lo hace será el indeseable aguafiestas de la reunión, la personificación del mal, el mismo Hitler resucitado: en definitiva, el asco en persona. Se convertirá entonces en el candidato idóneo para el sacrifico laico de los nuevos tiempos: el linchamiento inmisericorde en las redes sociales y la acusación pública desde los medios de comunicación. Alégrese por ello, de momento “los inocentes” no le clavarán un puñal en el altar.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Jesús Palomar</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-variant: normal; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Publicado en <a href="https://disidentia.com/el-buenismo-una-nueva-religion/">Disidentia</a> el 5 de septiembre de 2018</div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-76471812846414735682018-09-06T19:44:00.003+02:002018-09-06T19:44:41.814+02:00LA CULTURA AUDIOVISUAL, ¿PROGRESO O REGRESO?<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
La <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">escritura alfabética</strong> resulta algo muy contingente. No parece haber ninguna predisposición evolutiva para su aparición. El lenguaje alfabético es un <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">artificio muy complejo</strong> y, para lograrlo, nuestra especie libró una dura batalla. De hecho, siempre se logra a través de una dura batalla que se lleva a cabo en el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">cerebro de cada niño</strong>. Si la escritura alfabética no se hubiese dado seguiríamos siendo humanos, desde luego; pero muy probablemente no seríamos lo mismo.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
En una obra excepcional sobre la Antigua Grecia, “<em style="box-sizing: border-box;">Prefacio a Platón</em>”; <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Eric Havelock</strong>, profesor de literatura clásica, estudió el tránsito de la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">cultura oral</strong> a la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">cultura escrita</strong>. Según Havelock, este tránsito implicaba cambios cognitivos, sociales y políticos, que no habían sido considerados antes por ningún otro estudioso del tema. Para Havelock en una cultura ágrafa prima la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">imagen y la memoria</strong>. Lo importante es recordar conocimientos básicos a través de ritos y narraciones míticas que posibiliten la supervivencia y fomenten la cohesión del grupo.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Pero en una cultura donde existe la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">escritura</strong> y la mayoría de la población sabe leer, la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">memoria pasa a un segundo plano</strong>, pues está almacenada en libros o papiros. Prima entonces el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">entendimiento</strong>, nos hacemos más conscientes de nuestra individualidad y pensamos y hablamos de una manera esencialmente distinta. Es este tipo de lenguaje, y el modo en que modifica nuestro modo de pensar y hablar, lo que nos inclina al <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">diálogo con nosotros mismos</strong> y, por ende, al <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">diálogo con los otros</strong>.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Del discurso vertical desde el altar pasamos a la conversación horizontal en el ágora: surge la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">actitud crítica</strong>. Para Havelock no es casualidad que las culturas prealfabéticas sean <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">culturas míticas</strong> y sólo en culturas alfabéticas se dé la posibilidad de la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">ciencia, la filosofía y la democracia</strong>. A tenor de lo que nos dice Havelock, enseñar a leer y a escribir, y convertirlo en un hábito, sería pues la tarea educativa más importante. Asimismo, el deterioro de la escritura y la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">eliminación de la lectura</strong> nos devolvería a épocas pretéritas, también en lo social y en lo político. Si Havelock está en lo cierto, la responsabilidad de los maestros es enorme. </div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
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<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Hoy vivimos la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">revolución la imagen</strong>. Nuestra sociedad no se entendería sin televisión, aparatos informáticos y sofisticados teléfonos móviles. Obviamente, hay cosas muy positivas en todo esto. La imagen es un medio más para adquirir información y, dada su capacidad de seducción, un <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">elemento motivador</strong> de primer orden.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
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<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Para <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">personas formadas</strong>, con un dominio más o menos aceptable de la escritura y habituadas a la lectura, la red y los medios audiovisuales son algo extraordinario. Pensemos en las posibilidades que se abren para un investigador o para cualquier ciudadano curioso que quiere ampliar sus conocimientos. ¿Pero es igualmente conveniente para un niño que apenas sabe leer o para un adolescente en formación con un nivel de lectura precario?, ¿es siempre inocuo <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">sustituir</strong> el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">medio escrito</strong> por el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">medio audiovisual</strong>? </div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
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<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Marshall McLuhan</strong> dijo que el medio es el mensaje. Quizá exageraba, pero atemperando su máxima podemos atrevernos a decir que <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">el medio influye en el mensaje</strong>, y mucho más en edades tempranas. El cerebro humano, y más el de los niños, se encuentra en una constante búsqueda de nuevos estímulos. Si la estimulación es moderada, el nivel de atención aumenta; si es excesiva, la capacidad se satura y la atención disminuye. La televisión y la red saturan fácilmente esta capacidad.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Es por tanto natural que hoy los niños y adolescentes tengan <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">rangos de atención más cortos</strong>. La interacción con las pantallas (redes sociales, juegos y aplicaciones) parece fomentar una conducta más compulsiva en detrimento de otra algo más reflexiva. La red es una fuente casi infinita de información, pero estar delante del ordenador, ese juguete tan entretenido, es resistirse continuamente a la dispersión: leer diez páginas seguidas en la pantalla es una actividad que pocos resistimos.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Si a todo esto le añadimos que el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">hábito de la lectura</strong> va <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">perdiendo adeptos</strong>, que escritura y lectura están siendo paulatinamente sustituidos por lo digital en los colegios y que desde instancias políticas insisten en imponernos el llamado “lenguaje inclusivo”, tan erosivo para la comunicación y el pensamiento; los ciudadanos del futuro podrían ser muy distintos a los actuales.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
En 2014 el profesor de filosofía Raúl Gómez Díaz defendió una interesante tesis doctoral: <em style="box-sizing: border-box;"><a href="https://eciencia.urjc.es/bitstream/handle/10115/12257/Tesis%20Doctoral%20%20Raúl%20Gómez%2017%20junio.pdf?sequence=1&isAllowed=y" style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #e2004b; text-decoration: none;">Comunicación y tecnología: efectos sobre la moralidad</a></em>. Tras la exposición de un dilema ético, alumnos de secundaria debían responder un test. Entre las respuestas posibles había algunas compatibles entre sí y otras excluyentes. Cuando los alumnos contestaban con el ratón tras contemplar la pantalla en la que se exponía el dilema explicado por un dibujo animado, las incoherencias eran mayores que cuando leían el mismo dilema en un papel y señalaban las respuestas con un bolígrafo. Como la mayoría de los jóvenes actuales, los alumnos se manejaban bien en el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">mundo digital</strong> y no eran lectores habituales.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Por primera vez desde el nacimiento de la cultura alfabética la tecnología propicia cambios sociales que, en cierto sentido, se oponen a ella. Hoy cultura digital y cultura alfabética coexisten. Que esta <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">coexistencia</strong> se afiance como una convivencia bien avenida o que lo digital anule de facto lo alfabético depende en gran medida de nosotros. El asunto es importante. Si la lectura y la escritura desapareciesen de hecho y el profesor Havelock tuviese razón, ¿volveríamos a la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">tribu</strong>?, ¿tendríamos una sociedad más emocional, reactiva y manipulable?</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Publicado en <a href="https://disidentia.com/la-cultura-audiovisual-progreso-o-regreso/#comments">Disidentia </a>el 16 de junio de 2018</div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-86304252485200687822018-08-03T13:30:00.000+02:002018-08-03T13:30:05.654+02:00LA DIFICULTAD PARA PENSAR AUGURA EL FIN DE LA LIBERTAD<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">En los últimos años de la </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">República alemana de Weimar</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> (1918-1933) la sociedad estaba muy ideologizada y los partidos decían proporcionar a sus seguidores la “correcta” concepción del mundo. Cada partido era una totalidad perfecta, cerrada en sí misma, por lo que converger entre ellos en algún punto resultaba prácticamente imposible: la relación entre las personas con diferentes ideas políticas se fue haciendo cada vez más complicada.</span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">En este contexto de ruptura social el nazismo se fue convirtiendo en la ideología dominante. Pronto el ambiente empezó a ser </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">asfixiante para los disidentes</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">: si no eras nazi, eras sospechoso de ser comunista; o quizá algo peor, judío. Pensar comenzó a ser incómodo, y conversar libremente no estaba exento de sanciones sociales. Si un ciudadano no quería problemas con su vecino, callaba o le daba la razón. Pero la </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">disonancia</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> termina por ser insoportable: fueron muchos los que, acostumbrados a decir lo que no pensaban, acabaron al fin </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">creyendo lo que a todas horas decían</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">.</span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">La </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">reflexión moral</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> implica un diálogo continuo con nosotros mismos y un distanciamiento emocional del asunto juzgado. Se trata de ponernos en la situación de los otros e intentar pensar desde posiciones diferentes. Finalmente, emitimos una opinión razonada que está siempre sometida a debate público. Sin este debate, que se debe producir primero en nuestra cabeza y después con los otros, </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">no hay sociedad civil</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">. No obstante, pensar sobre cuestiones morales es una actividad ingrata, pues pocas veces llega a ser tan concluyente como un razonamiento técnico, científico o matemático. Conlleva, por tanto, cierto </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">desasosiego</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">.</span><br />
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">Además, </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">opinar públicamente</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> puede traer </span><strong style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">consecuencias incómodas</strong><span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">, hay gente que te empieza a mirar mal si no piensas como ella. Quizá por eso la tentación de abdicar del pensamiento crítico está siempre presente, siquiera inconscientemente. Más aun cuando la ideología dominante acecha. ¿Por qué hacerse preguntas inquietantes cuando hay tantas respuestas reconfortantes al alcance de la mano?</span><br />
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Muchos alemanes corrientes que en un principio no simpatizaban con el nazismo, decidieron dejar de hacerse preguntas inquietantes: el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">juicio ponderado</strong> fue sustituido por la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">opinión irreflexiva</strong> inducida por la propaganda o por la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">presión de grupo</strong>. El diálogo interno desapareció y, consiguientemente, el debate público se pervirtió: ya no se trataba de razonar con el otro, sino de imponer mi verdad al otro. Según <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Hannah Arendt</strong> fue precisamente esta <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">incapacidad de pensar</strong> de una parte importante de la población de Alemanía la que, en gran medida, posibilitó el triunfo del nazismo.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
La Historia se suele repetir, aunque nunca exactamente igual. Hoy la ideología dominante no es el nazismo; pero, como en los últimos años de la República de Weimar, <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">hablar libremente</strong> resulta <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">cada vez más complicado</strong>. La verdad de lo <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">políticamente correcto</strong> no admite matices, discusión ni deliberación reflexiva. Si el debate es entre amigos o familiares y asoma la mínima discordia, el amigo puede convertirse en enemigo y el pariente puede retirarte la palabra.</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
En la calle, y sobre todo en las televisiones, el mensaje es inequívoco: en nombre de la nueva verdad los disidentes deben ser señalados, vigilados y apartados. El <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">linchamiento en las redes</strong> sociales es práctica habitual.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Hoy la ideología dominante es el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">feminismo supremacista</strong> y el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><em style="box-sizing: border-box;">elegetebismo</em></strong>. Pero no nos engañemos, podría ser cualquier otra. Lo importante no es la ideología que se dice defender, sino lo que a través de ella se pretende conseguir: sabemos, gracias a las cínicas declaraciones de un ministro que, en España, reeducar a los jueces es prioritario. Sin embargo, el ataque a la Justicia es solo un escalón. Hacer <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">de la vida privada asunto político</strong>, acabar con lo que queda de la Civilización occidental e instaurar el Paraíso en la Tierra son los últimos peldaños de la escalera.</div>
<span style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #222222; display: inline !important; float: none; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
La verdad política se llama <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">libertad</strong>, y su garante es el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Estado de Derecho</strong>. Cuando en nombre de otra verdad se sacrifica la libertad, el resultado es siempre el mismo: un <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">régimen totalitario donde reina la mentira</strong>. Ocurrió y, por lo tanto, es posible. <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">David Russet,</strong> escritor francés víctima de las atrocidades nazis, decía que el hombre normal no sabe que todo es posible. Hoy sus palabras, fruto de un ponderado juicio en una época donde mucha gente lo perdió, deberían entenderse como un nuevo imperativo moral: ¡no se debe ser un hombre normal!</div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Publicado en <a href="https://disidentia.com/la-dificultad-para-pensar-augura-el-fin-de-la-libertad/">Disidentia</a> el 7 de mayo del 2018</div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-80391759744911291482018-07-18T17:54:00.001+02:002018-07-18T18:06:29.043+02:00DEL ESTADO DEL BIENESTAR AL ESTADO DEL MALESTAR<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Con la independencia de EE.UU y la Revolución francesa surge el Estado liberal. A partir de 1833 nos referimos a él como Estado de Derecho. en virtud de la expresión acuñada por el jurista alemán <b>Robert Von Mohl</b>. El Estado tenía una presencia mínima y limitada en la sociedad civil, y las libertades individuales y la igualdad ante la ley eran los valores incuestionables que se debían proteger.</span></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">A finales del siglo XIX, en la Alemania de <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Bismarck</strong>, el Estado interviene en la sociedad aplicando criterios de justicia social. No obstante, esta intervención se intensifica en la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">República de Weimar</strong> durante la década de los veinte del pasado siglo. Fue en ese período cuando <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Hermann Heller</strong>, otro eminente jurista germano, utiliza por primera vez la expresión Estado social de Derecho.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
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<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tras la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Segunda Guerra Mundial</strong> la intervención del Estado en asuntos sociales aumenta significativamente en Europa occidental. El Estado social de Derecho pasa a denominarse entonces <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Estado del Bienestar</strong>. Los <em style="box-sizing: border-box;">parias de la tierra</em>, antaño <em style="box-sizing: border-box;">famélica legión</em>, se convirtieron en <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">próspera clase media</strong> con escasas veleidades revolucionarias. Los principios básicos del originario Estado liberal, aunque continuamente cuestionados por influyentes minorías estatistas, eran más o menos respetados por todos. Hoy la situación es distinta.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
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<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La última crisis ha logrado empobrecer a gran parte de la clase media. No obstante, los oficialmente necesitados de ayudas han dejado de ser los económicamente más débiles. <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Nuevos colectivos</strong>, designados previamente como <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><em style="box-sizing: border-box;">inocentes víctimas</em></strong> por sus progresistas mentores, son ahora los que deben ser protegidos independientemente de su nivel de ingresos.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
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<figure class="wp-caption aligncenter" id="attachment_8238" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; clear: both; color: #222222; display: block; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 6px; max-width: 695.92px; orphans: 2; text-align: center; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; width: 695.92px; word-spacing: 0px;"><img alt="Del Estado del Bienestar hemos pasado al Estado de Malestar" class="wp-image-8238 size-large td-animation-stack-type0-2" height="464" sizes="(max-width: 696px) 100vw, 696px" src="https://disidentia.com/wp-content/uploads/2018/04/josh-wilburne-501966-unsplash-1024x682.jpg" style="border-bottom-color: rgb(34, 34, 34); border-bottom-style: none; border-bottom-width: 0px; border-image-outset: 0; border-image-repeat: stretch; border-image-slice: 100%; border-image-source: none; border-image-width: 1; border-left-color: rgb(34, 34, 34); border-left-style: none; border-left-width: 0px; border-right-color: rgb(34, 34, 34); border-right-style: none; border-right-width: 0px; border-top-color: rgb(34, 34, 34); border-top-style: none; border-top-width: 0px; box-sizing: border-box; display: block; height: 463.94px; margin-bottom: 0px; max-width: 695.92px; opacity: 1; transition-delay: 0s; transition-duration: 0.3s; transition-property: opacity; transition-timing-function: cubic-bezier(0.39, 0.76, 0.51, 0.56); width: 695.92px;" width="696" /><figcaption class="wp-caption-text" style="box-sizing: border-box; color: #444444; display: block; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 11px; font-style: italic; font-weight: 400; line-height: 17px; margin-bottom: 26px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 6px; text-align: left;">Foto Josh Wilburne</figcaption></figure><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La administración no es capaz de subvencionar un empaste dental a un trabajador desempleado, pero es sumamente generosa con organizaciones <em style="box-sizing: border-box;">neofeministas</em> y <em style="box-sizing: border-box;">elegetebistas </em>que <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">hacen del activismo y de las ayudas públicas su </strong><em style="box-sizing: border-box;"><strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">modus vivendi</strong>.</em> La clase política es cada vez más corrupta y está desacreditada; pero el Estado, conducido por esa misma clase política corrupta y desacreditada, es paradójicamente el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">nuevo dios objeto de nuestras plegarias</strong>. </span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La reflexión racional es sustituida por la <em style="box-sizing: border-box;"><strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">empatía</strong>; </em>por lo que<em style="box-sizing: border-box;"> e</em>l legislador no necesita ya un juicio ponderado, solo un <em style="box-sizing: border-box;">buen corazón</em>: en nombre de los <em style="box-sizing: border-box;">buenos sentimiento</em> se cuestiona la presunción de inocencia, se impone la discriminación positiva y se consagra la desigualdad ante la ley. Cualquier deseo es <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">susceptible de convertirse en derecho</strong>, basta con que sea insistentemente reclamado en los medios de comunicación y en la plaza del pueblo.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En la sociedad todo se politiza y, en consecuencia, se genera continuamente <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">conflicto, desconfianza y resentimiento</strong>: ceder el paso a una mujer o regalar una muñeca a una niña levanta sospechas; discutir con la novia, roza la ilegalidad. Si tales sucesos ocurren en el espacio público te convierten en objeto de inquisitivas miradas que pueden acabar en <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">delación</strong>. Quizá usted no se había dado cuenta todavía, pero el viejo Estado del Bienestar es ya de facto un <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Estado del Malestar</strong>.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">¿Hemos tocado fondo? Los antiguos griegos decían que hace falta llegar a lo pésimo para que comience lo óptimo, pero la lógica del picador nos dice otra cosa bien distinta: <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">tocar fondo nunca está garantizado</strong> y siempre se puede cavar un poco más.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Reconocer que un frondoso paisaje natural es un bien digno de ser protegido no debería implicar que <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">las plantas tengan derechos</strong>. Pero por ese camino vamos. A este respecto <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Dave Foreman,</strong> cofundador de <em style="box-sizing: border-box;">Earth First!,</em> llegó a decir: «<em style="box-sizing: border-box;">La Tierra tiene cáncer, y ese cáncer es el hombre</em>». <em style="box-sizing: border-box;">Mutatis mutandis</em> con los movimientos animalistas en boga. Pasaremos de asumir que no debemos maltratar a los animales, a considerar asesino al conductor que atropella una ardilla que cruza inesperadamente la calzada.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Entretanto, los <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><em style="box-sizing: border-box;">lobbies</em> ecologistas y animalistas</strong> también habrán de ser alimentados por el Erario Público. De modo que es muy probable que el Estado siga engordando a costa de nuestra hacienda y de nuestras libertades. Y no es en absoluto descartable que el Estado mismo, en un acto de <em style="box-sizing: border-box;">suprema justicia, bondad y empatía</em>, llegue a decretar la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">aniquilación de la Humanidad por el bien del Universo</strong>.</span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Bertrand de Jouvene</strong>l advertía en <em style="box-sizing: border-box;">Sobre el poder</em>, una de sus obras más representativas, que el Estado en Occidente tiene una peligrosa tendencia a cristalizar en un <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Estado Minotauro</strong>: poderosa máquina de legislar que, como el Minotauro mítico, exige continuamente sacrificios humanos.</span></span></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Si no logramos salir del laberinto es inevitable que se cumplan los peores pronósticos: en nombre del <em style="box-sizing: border-box;">bien</em>, la <em style="box-sizing: border-box;">igualdad</em>, los <em style="box-sizing: border-box;">nuevos derechos </em>y la opinión de moda un nuevo <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">totalitarismo con <em style="box-sizing: border-box;">rostro amable</em></strong> conseguirá finalmente convertirnos en<em style="box-sizing: border-box;"><strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"> esclavos voluntarios</strong>.</em> Pero todo esto será probablemente mañana. Afortunadamente <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><em style="box-sizing: border-box;">lo pésimo</em> no ha llegado todavía</strong>. <em style="box-sizing: border-box;">Ergo</em>, disfrutemos mientras podamos del Estado del … Malestar.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><br />
<span style="background-color: transparent; color: black; display: inline; float: none; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 24px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Publicado en <a href="https://disidentia.com/del-estado-del-bienestar-al-estado-de-malestar/">Disidentia</a> </span><span style="background-color: transparent; color: black; display: inline; float: none; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: 24px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">el 23 de abril de 2018</span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-9233916515433445312018-05-22T15:35:00.002+02:002018-07-18T18:05:20.340+02:00EL SENTIMENTALISMO POLÍTICO: GENERADOR DE ENEMIGOS<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span><br /></div>
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span>
<br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<img alt="El sentimentalismo político: generador de enemigos" class="aligncenter wp-image-7884 size-large td-animation-stack-type0-2" data-attachment-id="7884" data-comments-opened="1" data-image-description="" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"1"}" data-image-title="surya-prakosa-306484-unsplash" data-large-file="https://i2.wp.com/disidentia.com/wp-content/uploads/2018/04/surya-prakosa-306484-unsplash.jpg?fit=696%2C464&ssl=1" data-medium-file="https://i2.wp.com/disidentia.com/wp-content/uploads/2018/04/surya-prakosa-306484-unsplash.jpg?fit=300%2C200&ssl=1" data-orig-file="https://i2.wp.com/disidentia.com/wp-content/uploads/2018/04/surya-prakosa-306484-unsplash.jpg?fit=1920%2C1280&ssl=1" data-orig-size="1920,1280" data-permalink="https://disidentia.com/el-sentimentalismo-politico-generador-de-enemigos/surya-prakosa-306484-unsplash/" height="464" sizes="(max-width: 696px) 100vw, 696px" src="https://i2.wp.com/disidentia.com/wp-content/uploads/2018/04/surya-prakosa-306484-unsplash.jpg?resize=1024%2C683&ssl=1" style="border: 0px rgb(34, 34, 34); box-sizing: border-box; clear: both; display: block; height: 463.94px; margin: 6px 0px 21px; max-width: 695.92px; opacity: 1; text-align: center; transition-delay: 0s; transition-duration: 0.3s; transition-timing-function: cubic-bezier(0.39, 0.76, 0.51, 0.56);" width="696" /></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; font: 400 16px/26px Times New Roman; letter-spacing: normal; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Los individuos propensos a asumir riesgos en beneficio de los otros no son premiados por la evolución. Su número descenderá progresivamente, pues un alto porcentaje morirá joven y sin descendencia. Sin embargo, las tribus con más miembros capaces de sacrificarse por sus compañeros aumentarán las posibilidades de sobrevivir, expandirse y crecer.</span></span></div>
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span>
<br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; font: 400 16px/26px Times New Roman; letter-spacing: normal; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Según la teoría de la evolución esta selección grupal vendría a explicar la existencia del sentimiento altruista en la especie humana. El científico <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Richard Dawkins</strong> elaboró en los años setenta una argumentación más detallada apelando al <em style="box-sizing: border-box;">gen egoísta</em>. Que los padres sean capaces de dar la vida por los hijos es una actitud generosa y desinteresada, pero un biólogo evolutivo solo verá en ello la salvaguarda de la carga genética presente en los progenitores; es decir, un <em style="box-sizing: border-box;">egoísmo de grupo</em>. </span></span></div>
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; font-family: Times New Roman; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></div>
</div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">
</span><br />
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; font: 400 16px/26px Times New Roman; letter-spacing: normal; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<div style="margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Resulta entonces que nuestro natural sentimiento altruista es directamente proporcional a la proximidad en el parentesco. En condiciones primitivas los humanos somos muy altruistas con los parientes cercanos, menos con los lejanos y nada con las otras tribus. No obstante, las tribus vecinas no nos son indiferentes. En realidad sentimos hacia <em style="box-sizing: border-box;">los otros</em> una <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">instintiva hostilidad</strong> que viene a ser el inevitable reverso del apego hacia <em style="box-sizing: border-box;">los nuestros</em>. De modo que los <em style="box-sizing: border-box;">sentimientos morales cálidos,</em> que parecen tener una base biológica, tienen también su sombra: los extraños, dentro o fuera de la tribu, son una peligrosa amenaza de la que conviene defenderse.</span></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Dado el potencial destructivo que conlleva la aparición de la <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">inteligencia humana</strong>, fue imprescindible un ardid evolutivo capaz de paliar esta tendencia al conflicto que ponía en peligro a la especie. Apareció entonces el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">chivo expiatorio</strong>: un individuo designado previamente como causa de todos los males era ritualmente sacrificado. El luctuoso acontecimiento actuaba como una eficaz vacuna contra la violencia mimética, que diría <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">René Girard</strong>. El beneficio era grande: se apaciguaba el malestar colectivo y se cohesionaba afectivamente la tribu. El grupo se mostraba entonces mejor preparado para posibles combates contra el enemigo exterior. Cuando las comunidades se hicieron más grandes y complejas la cohesión emocional entre sus miembros se debilitó, y el papel apaciguador del rito sacrificial fue sustituido por el <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Derecho generado por la costumbre</strong> y por el compromiso de respetar los pactos con las comunidades vecinas. El último capítulo de este proceso de <em style="box-sizing: border-box;">enfriamiento sentimental</em> de la política fue la creación del moderno Estado de Derecho y el Derecho internacional.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En las sociedades abiertas actuales apelar a los sentimientos desde la política resulta entonces una regresión no exenta de peligros. Utilizar estrategias primitivas para situaciones nuevas suele producir malas consecuencias. Amar a los miembros de la familia o de la tribu es normal, pues el verdadero amor hacia los otros es siempre el amor a los cercanos. Pero cuando un político proclama un amor desinteresado a <em style="box-sizing: border-box;">muchos, </em>incluidos los lejanos; es otra cosa distinta al amor mismo. ¡Cuánto mejor el político que respeta verdaderamente a los ciudadanos más allá de efusivas proclamas amorosas! No se puede amar cálidamente a un extenso colectivo cuya mayoría de miembros no conocemos personalmente; y cuando un líder político lo proclama con manifiesta afectación, evidencia su impostura y nos acerca un poco más al infierno. <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Sentimientos y política son el cóctel perfecto para la tragedia</strong>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Si cierto es que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones, no menos cierto es que en tiempos modernos demasiadas veces los cálidos sentimientos han sido excusas para las peores matanzas. El <em style="box-sizing: border-box;">amor</em> de <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Robespierre</strong> a los virtuosos <em style="box-sizing: border-box;">citoyens</em> inauguró el Terror que guillotinó a miles de sospechosos conspiradores, el <em style="box-sizing: border-box;">amor </em>a la Humanidad de los bolcheviques resultó inseparable del hostigamiento a los designados como burgueses y el <em style="box-sizing: border-box;">amor </em>a la raza aria que <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Hitler</strong> profesó, fue proporcional al esfuerzo por aniquilar a los judíos. En todos los casos los verdugos se definieron a sí mismos como víctimas y, en todos los casos, la ancestral y oscura necesidad del chivo expiatorio apareció secularizada en forma de crimen colectivo. En las tribus primitivas la víctima sacrificada actuaba como un fármaco curativo y apaciguador; pero, como bien sabían los antiguos griegos, <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">el <em style="box-sizing: border-box;">pharmakon</em> se puede convertir fácilmente en veneno</strong>. Tan solo depende de cuánto, cuándo y cómo se suministre.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Hoy la emotividad política es epidemia, y gran parte de la tarea política es identificar a las victimas que, por decreto, habrán de ser merecedoras de nuestra compasión ―también de una parte significativa de nuestros impuestos―: una pléyade de políticos, periodistas y opinadores las exhiben diariamente desde los medios de comunicación; por lo que, a estas alturas, nadie ignora ya quienes son. <strong style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Pero identificadas las víctimas quedan identificados también los enemigos</strong>: chivos expiatorios colectivos y desacralizados dispuestos a ser sacrificados por sus <em style="box-sizing: border-box;">bondadosos e inocentes</em> verdugos</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">¿Quiénes son estos <em style="box-sizing: border-box;">enemigos </em>candidatos al sacrificio en el altar de lo políticamente correcto? Quizá la pregunta produzca cierta desazón entre mis lectores. Y alguno habrá que se diga a sí mismo: ¿seré acaso yo? Tranquilícese; si usted no se considera español, no tiene aspecto caucásico, no es católico, hombre, ni heterosexual no tiene motivos para preocuparse.</span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Publicado en <a href="https://disidentia.com/el-sentimentalismo-politico-generador-de-enemigos/">Disidentia</a> el 22 de mayo de 2018</span></span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-size: large;"></span><span style="color: black;"></span><br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-45830410713790052182018-05-12T13:58:00.002+02:002018-05-12T18:34:15.719+02:00HACIA LA UTOPÍA LIBERTICIDA A TRAVÉS DE LA INCOHERENCIA<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font: 400 15px/26px "verdana","geneva",sans-serif; letter-spacing: normal; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://1.bp.blogspot.com/-YltsdxuzXJ8/WvbbW41B2SI/AAAAAAAAAdQ/4p3F1flfenckbVKdMRi6pojlpOmk7P4CQCEwYBhgL/s1600/cltxq2.jpg" imageanchor="1" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; color: #0066cc; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em; orphans: 2; text-align: center; text-decoration: underline; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"></a><a href="https://1.bp.blogspot.com/-YltsdxuzXJ8/WvbbW41B2SI/AAAAAAAAAdQ/4p3F1flfenckbVKdMRi6pojlpOmk7P4CQCEwYBhgL/s1600/cltxq2.jpg" imageanchor="1" style="background-color: transparent; color: #0066cc; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center; text-decoration: underline; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><img border="0" data-original-height="211" data-original-width="512" height="259" src="https://1.bp.blogspot.com/-YltsdxuzXJ8/WvbbW41B2SI/AAAAAAAAAdQ/4p3F1flfenckbVKdMRi6pojlpOmk7P4CQCEwYBhgL/s640/cltxq2.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Para <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Aristóteles</b> el hombre es un <i style="box-sizing: border-box;">z</i>ōo<i style="box-sizing: border-box;">n politikon</i>: un <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">animal social</b> que vive en una comunidad regida por leyes que surgen de las palabras. Con las palabras dialogamos con nosotros mismos sobre lo que está bien o mal. Y también razonamos conjuntamente sobre lo que es justo y conveniente para la Ciudad. Aristóteles insiste en la diferencia: si bien los animales tiene <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">voz</b>, no tienen palabra. La voz comunica emociones, estados de ánimo o deseos; pero es incapaz de expresar la justicia o ser expresión de libertad. Por eso un hombre con voz, pero sin palabra; perdería su capacidad de juzgar y se alejaría de su propia humanidad.</span></span></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En la antigua Atenas, <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Sócrates</b> ponía en evidencia las contradicciones de sus adversarios dialécticos porque sabía las inevitables consecuencias: asumir una <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">incoherencia</b> es el primer paso para asumir las demás; y cuando la incoherencia se convierte en <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">moda</b>, la capacidad crítica cesa y la palabra desfallece. En griego el término <i style="box-sizing: border-box;">barbaros</i> significa balbuceante, alguien que emite sonidos incomprensibles. Sin palabras para conversar en el ágora y pensar con los otros sobre lo bueno y lo justo no habría ya <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">ciudadanos,</b> sino <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">bárbaros</b>: seres dotados de voz, pero <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">sin juicio</b> y sin <i style="box-sizing: border-box;">logos.</i> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><br /></span></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Hoy las voces apenas dejan oír las palabras, Sócrates está muerto y el <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">pensamiento</b> no goza de buena salud. El principio de <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">no contradicción</b> es abucheado mientras la <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">incoherencia</b> es aplaudida: estrellas de cine la reivindican, profesores universitarios la enseñan y un ejercito de opinadores mediáticos la repiten machaconamente en prensa, radio y televisión. Es obvio que va ganando, pero reconozcamos que juega con ventaja: partidos políticos y sindicatos la apadrinan. Durante mucho tiempo fue patrimonio del tonto del pueblo y era tolerada por la mayoría con compasiva condescendencia. Pero hoy está normalizada porque es ya de casi todos: <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">oración matutina</b> y pan nuestro de cada día.<a href="https://i1.wp.com/disidentia.com/wp-content/uploads/2018/03/6986477987_509b5aa36f_k.jpg?resize=1024%2C774&ssl=1" imageanchor="1" style="background-color: transparent; clear: left; color: #0066cc; float: left; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; margin-bottom: 15px; margin-right: 15px; text-align: left; text-decoration: underline; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><br /></a></span></span></div>
</div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
<br />
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Los hombres del siglo V no sabían que estaban viviendo el fin del Imperio romano. Tampoco yo sé gran cosa. En cualquier caso, por lo que pudiese ocurrir con lo que hemos dado en llamar Civilización occidental, me dispongo a dar testimonio. Como el rubio replicante de <i style="box-sizing: border-box;">Blade Runner</i>, extraordinaria película de <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Ridley Scott</b>, he visto cosas que vosotros no creeríais: he visto a marxistas internacionalistas y solidarios justificar la secesión de una de las regiones más ricas de España; a feministas que en nombre de la <i style="box-sizing: border-box;">igualdad real</i> entre los sexos defienden la real desigualdad legal entre hombres y mujeres; a amantes de los animales llamar asesino a un torero y tratar con exquisito respeto al imán que degüella un cordero en plena calle; a políticos catalanes que en aras de la civilización prohíben la tauromaquia y defienden el <i style="box-sizing: border-box;">correbous</i>; a ateos muy anticristianos amistosamente complacientes con el Islam.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">He visto a <i style="box-sizing: border-box;">miembras</i> y <i style="box-sizing: border-box;">portavozas</i> hablar con periodistas masculinos que sin embargo no eran<i style="box-sizing: border-box;"> periodistos, </i>y a <i style="box-sizing: border-box;">hombres con vulva </i>defensores de la libertad de expresión que no toleran que alguien diga que los niños tienen pene. Y todas estas cosas no se perderán conmigo como lágrimas en la lluvia, porque son la misma lluvia que nos cala hasta los huesos. Mañana las seguiremos viendo y oyendo en entrevistas televisivas, en declaraciones publicas, en la peluquería del barrio y en el bar de la esquina. Nadie sabe hasta cuando. Luego vendrá una oscura Edad Media saturada de emoticonos… o quizá un luminoso Renacimiento. ¿Quién sabe? Todavía la decisión depende en algún grado de nosotros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Para llevar razón hacen falta dos cosas: ser coherente y llevar razón. Quienes cabalgan contradicciones, abanderan la incoherencia y se placen en propagarla por la ciudad no llevan razón; pero tampoco la buscan. Les basta la fe en un nuevo hombre y en un nuevo mundo: la nueva <i style="box-sizing: border-box;">vieja utopía</i> de siempre. Los <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">postmodernos</b> profetas que la anuncian se inspiran en <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Gramsci</b>, paradójico marxista que pensaba que la ideología podía modificar las relaciones de producción; pero siguen a pies juntillas las once reglas básicas de la propaganda de <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Goebbels</b>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Sentar en la misma mesa a Marx, Gramsci y Goebbels tiene algo de irónico y, en cierto modo, es una incongruencia; pero si el fin es la <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">utopía</b> todo está permitido y las incongruencias son especialmente bienvenidas. El plan es conocido: ahogar la palabra en un mar de contradicciones es lo primero ―en eso estamos ahora―. Identificar y neutralizar a los <i style="box-sizing: border-box;">malos</i>, lo segundo. Después, basta con que gobiernen los <i style="box-sizing: border-box;">buenos</i> para que florezca el cielo en la Tierra. <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">El Estado es Dios</b>, el mundo es simple y la solución fácil. Habrá paz, amor, sonrisas, flores, multitud de velitas encendidas y osos de peluche para todos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font: 400 15px/26px "verdana","geneva",sans-serif; letter-spacing: normal; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Pero si vence la utopía habrá sido a costa de la palabra y, entonces, todo estará perdido. Porque, aunque abunden los osos de peluche, sin la palabra no hay libertad y tampoco podría haber justicia; y el aristotélico<i style="box-sizing: border-box;"> z</i>ōo<i style="box-sizing: border-box;">n politikon</i>, expulsado del ágora y acomodado ya en su nuevo paraíso, se habrá convertido en un <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">animal de rebaño</b>.</span></span><br />
<br />
Publicado el 12 de marzo de 2018 en <a href="https://disidentia.com/hacia-la-utopia-liberticida-por-medio-de-la-incoherencia/">Disidentia</a></div>
<br />Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-46827837004739491212018-05-06T14:53:00.003+02:002018-05-12T18:33:25.269+02:00EL ENEMIGO SE CONSTRUYE A TRAVÉS DEL LENGUAJE<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-variant: normal; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">Para </span><b style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Aristóteles</b><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"> la polis es una comunidad de amigos que debaten libremente en el ágora sobre cuestiones que incumben a todos. Una de las mayores representantes de la tradición que inaugura Aristóteles es la politóloga </span><b style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">Hannah Arendt</b><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">: allí donde no hay libertad de pensamiento ni de expresión, no hay política.</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">La libertad en Arendt sirve de fundamento a concepciones políticas parlamentarias o republicanas, pero <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Carl Schmitt</b> es el referente de una tradición distinta que a veces desemboca en <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">formas totalitarias</b>. Para Schmitt lo político se define por la dualidad amigo-enemigo. No es una deliberación libre y amistosa, sino <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">confrontación entre grupos antagónicos</b> donde el acuerdo es sustituido por el <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">poder</b> y la <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">decisión</b>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">El enfrentamiento entre amigo y enemigo, y la consiguiente consagración del enemigo como categoría política, tuvo siempre una buena acogida entre los partidarios de <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Marx</b>, a pesar de las veleidades que el propio Schmitt tuvo con el nazismo. En cualquier caso, es evidente que la lucha de clases encajaba bien en el esquema del jurista alemán. Sin embargo, con el auge de las clases medias y la <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">caída del Muro de Berlín</b>, las grandes batallas protagonizadas por la clase obrera comenzaron a parecer algo del pasado. Todo hacía pensar que el enemigo estaba abocado a morir en el próspero Estado del bienestar, pero logró sobrevivir. Fue <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Ernesto Laclau</b>, cuyas ideas están hoy omnipresentes en los <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">populismos de izquierdas</b> de Hispanoamérica y España, quien más empeño puso en rehabilitarlo, señalarlo y reconstruirlo. En una de sus obras más conocidas, <i style="box-sizing: border-box;">La razón populista</i>, nos dio las instrucciones para ello.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Para Laclau el enemigo se construye a la par que se fomentan <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">identidades real o imaginariamente agraviadas</b>. Los <i style="box-sizing: border-box;">grupos agraviados</i> pueden ser incongruentes entre sí, pero eso importa poco: tal diversidad habrá de acomodarse en una totalidad a la que se denominará <i style="box-sizing: border-box;">pueblo</i>; y bajo el significante <i style="box-sizing: border-box;">pueblo,</i> todos los gatos son pardos. De modo que el <i style="box-sizing: border-box;">pueblo</i> no es una realidad dada; y no son, desde luego, los trabajadores o los proletarios del siglo XIX. Se articula desde el discurso ideológico incluyendo en él a grupos muy heterogéneos. La parte de la sociedad que se queda fuera del <i style="box-sizing: border-box;">pueblo</i> es el enemigo a batir. Vencido éste, será el momento de apropiarse del Estado: el cielo anhelado del poder que algunos quieren tomar por asalto.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">El procedimiento para crear grupos agraviados es relativamente sencillo y tiene mucho que ver con el lenguaje, pero antes debemos asumir con Laclau que <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">las palabras carecen de significado y el sentido común no existe</b>. De modo que debemos prescindir de la semántica, aunque esto dificulte la comunicación. La cosa no va de comunicación ni de entendimiento mutuo, sino de <i style="box-sizing: border-box;">hegemonía</i> y poder. Para Laclau la verdadera política no se hace en el parlamento, sino en el campo de batalla—la calle y los medios de comunicación, fundamentalmente—; y no se busca persuadir, sino vencer. Por eso la erística sustituye a la dialéctica, y <i style="box-sizing: border-box;">construir un relato</i> resulta más importante que armar una buena argumentación.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Más allá de lo que diga el diccionario, todo significante está impregnado por <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">connotaciones imaginarias y emocionales</b>. Esto es lo que verdaderamente importa a la hora de transformar las palabras en armas de guerra. Imágenes y emociones hábilmente manipuladas se convertirán en el nuevo significado. A veces el significado puede incluir incoherencias manifiestas, pero esto no tiene por qué impedir que las palabras se usen con prodigalidad. No hacemos un análisis gramatical cada vez que pronunciamos una frase; y la mayoría de las pequeñas conversaciones que tenemos al cabo del día, en la familia o en el trabajo, están llenas de lugares comunes donde prima la socialización y la empatía: la coherencia lógica queda en un segundo plano cuando los sentimientos predominan.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En principio los nuevos significados muestran cierta resistencia a ser admitidos por la comunidad de hablantes. Y las palabras que los designan —en la jerga de Laclau, <i style="box-sizing: border-box;">significantes</i> <i style="box-sizing: border-box;">flotantes </i>o <i style="box-sizing: border-box;">vacíos</i>— están en una especie de tierra de nadie que ha de ser conquistada por el <i style="box-sizing: border-box;">pueblo</i>. En consecuencia, <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">la política se convierte en una guerra por los vocablos</b> y sus usos preferentes.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Hay muchas formas de promover la batalla:</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Podemos tomar un significante con cierto prestigio y retorcer su semántica. Así se ha hecho con la palabra <i style="box-sizing: border-box;">feminismo</i>. Desde las primeras sufragistas su significado estuvo ligado a la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres; pero <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">ahora se asocia cada vez más a los que justifican la ley que discrimina positivamente a la mujer</b> y que, en caso de litigio, convierte en presunto culpable al varón. La palabra <i style="box-sizing: border-box;">feminismo</i> resulta entonces un término ambiguo muy oportuno para crear discordia y designar un nuevo grupo enemigo: aquellos que salvaguardan la igualdad legal sin excepciones identitarias. Quienes se atreven a expresar esta opinión en público, son señalados por el <i style="box-sizing: border-box;">grupo agraviado </i>como retrógrados machistas o malévolos defensores del heteropatriarcado. Consecuentemente, dejan de pertenecer al <i style="box-sizing: border-box;">pueblo</i>. Son numerosas las palabras que sufren similares retorcimientos en la batalla lingüística cotidiana, pero hay especialmente dos de las que nadie quiere prescindir: <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><i style="box-sizing: border-box;">democracia</i></b> y <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;"><i style="box-sizing: border-box;">libertad</i></b>. Casi todos las defienden, pero casi nadie piensa lo mismo cuando las nombra.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Otra manera de crear grupos agraviados es recurrir a datos estadísticos, la mayoría de las veces sesgados tendenciosamente. Supongamos que los ciudadanos pelirrojos son el <i style="box-sizing: border-box;">colectivo </i>que más infracciones de tráfico acumula. Si proliferan asociaciones que en nombre de los pelirrojos no paran de denunciar a sus <i style="box-sizing: border-box;">malvados perseguidores</i>, si tales asociaciones disfrutan de amplia cobertura mediática, si se pone en circulación una expresión suficientemente atractiva para designar el odio a los pelirrojos; entonces es muy probable que mucha gente empiece a pensar que algunos ciudadanos son multados por el hecho de ser pelirrojos. La lógica de esta cadena de acontecimientos es disparatada, pero no podemos negar su eficacia. Hace algunos años nadie habría afirmado que siempre que un hombre agrede física o verbalmente a una mujer, lo hace por el hecho de ser mujer. Sin embargo, en la actualidad quien se atreve a poner en cuestión este reiterado mantra es condenado a la hoguera de la plaza pública por una horda de nuevos inquisidores.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">En <i style="box-sizing: border-box;">Alicia a través del espejo</i> <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Lewis Carroll</b> nos recuerda lo que es obvio en todo sistema totalitario; que no importa lo que signifiquen las palabras, sino quién es el que manda. Laclau, siguiendo la estela de <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Gramsci</b> y su <i style="box-sizing: border-box;">hegemonía cultural</i>, invierte la ecuación: quien domina las palabras acaba por mandar. En cualquier caso, la relación entre poder y lenguaje es una evidencia histórica que no necesita descubridores. La antigua sofistica griega y la propaganda estalinista y nazi bastan para constatarla. <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Orwell</b> lo ilustró literariamente en <i style="box-sizing: border-box;">1984</i> y <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">Victor Klemperer</b>, brillante filólogo perseguido por los nazis, lo hizo con más detalle y rigor en su magnífico libro <i style="box-sizing: border-box;">La lengua del tercer Reich</i>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">No se me ocurren estrategias mágicas para contrarrestar el deterioro del lenguaje y del pensamiento que lleva a cabo el populismo. Pero la opción de Sísifo me parece tan buena como cualquier otra: ante la voluntad de vaciar las palabras de significado, la voluntad clara de volver a llenarlas; ante el exceso de propaganda, exceso de razonamiento. A pesar de Laclau, el pueblo somos todos y el principio de no contradicción no es un invento del capitalismo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;"><span style="background-color: transparent; color: #222222; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">
</span></span></span>
</div>
<div style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-language-override: normal; font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font-style: normal; font-synthesis: weight style; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: Georgia,"Times New Roman",serif;">Es un hecho que la perversión del lenguaje ha contribuido a la creación de muchos grupos agraviados que no cesan de señalar al enemigo. Y si esta perversión continúa, probablemente aparecerán más. Quizá en un futuro no muy lejano serán los antitaurinos frente a los aficionados a los toros, o los vegetarianos frente a los que comen carne, o los que nunca leen artículos como éste frente a quienes los leen e incluso los escriben. En fin, todos podemos formar parte del grupo enemigo, aunque seamos muy amistosos; porque <b style="box-sizing: border-box; font-weight: 700;">ser enemigo depende del que te designa como tal</b>, no del que recibe el calificativo. Así que tengan ustedes cuidado, no digan luego que no les he avisado.</span></span></div>
<div style="-webkit-text-stroke-width: 0px; background-color: transparent; box-sizing: border-box; color: #222222; font-family: Verdana,Geneva,sans-serif; font-size: 15px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; margin-bottom: 26px; margin-top: 0px; orphans: 2; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">
Jesús Palomar. Publicado en<a href="https://disidentia.com/el-enemigo-a-traves-del-lenguaje/"> Disidentia </a>el 28 de enero de 2018</div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-20762253598066248732018-04-13T20:29:00.002+02:002018-05-06T14:47:22.187+02:00POLÍTICOS COMO CHAMANES<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-5URIRTy6PRU/Wi7EGOsIIoI/AAAAAAAAAcs/IsnG2_wFEEkvh9Tbdm68MOp_VTjWOFyHACLcBGAs/s1600/jUNQUERAS.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="color: black;">Existen en el <b>lenguaje
político </b>ciertos <b>términos desgastados</b> que ya no son monedas
fiables. Tanto uso y manoseo han acabado por borrar el relieve de sus
superficies, que era lo único que les daba valor. Ahora son simples trozos de
metal. Y, sin embargo, siguen circulando en el mercado político como si fuesen
de curso legal. Con ellas se compran odios y amores, vituperios y fatuas
exaltaciones que vienen finalmente a canjearse en votos: blanqueo definitivo
del dinero sucio.
</span><!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="color: black;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Qué importa que las
monedas sean falsas si, a su manera, siguen funcionando. El <b>chamán </b>más
ignorante sabe que la carencia de significado de una palabra se compensa con
creces si adquiere a cambio un <b>poder hipnótico.</b> Y pocos políticos se
resisten a utilizar este poder. Son <b>políticos chamanes</b>. Los he visto;
todos los hemos visto. Arengando a la multitud con sus gestos mientras
pronuncian la palabra mágica. El <b>eslogan y el ripio</b> sustituyen a la
argumentación; la expresión rimbombante al término preciso que pretende atrapar
la realidad.
En nombre de la nación alemana, Hitler exterminó a los judíos. Y por el bien de
la humanidad e invocando la justicia universal Stalin mató de hambre a millones
de compatriotas. El abuso de las palabras por los brujos de la tribu acaba casi
siempre por asesinar, primero a la semántica y luego a las personas. Sin
semántica, las palabras son solo recipientes de profundas emociones, sonidos
mágicos que me dicen si soy de los buenos o de los malos, marcas en el
territorio que indican donde está el enemigo.
Imponer ciertos usos lingüísticos y estigmatizar otros es la tarea de los
nuevos chamanes. Pervertir el significado de los términos, avivar las pasiones
y fomentar la estulticia son las inevitables consecuencias.</span></span></span></span></div>
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
<span style="font-size: large;"><span style="color: black; font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></span></span><br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="color: black;">En el caso español, me
pregunto qué tipo de hechizo esconden hoy en Cataluña expresiones como facha,
franquista o fascista, una y mil veces invocadas, lanzadas al adversario como
maldiciones de la misma calaña que el mal de ojo y el rabo de lagartija. El
manido “España nos roba” o la fantasía proclamada por <b>Marta Rovira</b>:
“violencia extrema y muertos en las calles”, son solo dos de las múltiples
proclamas con las que suelen acabar sus conjuros. <b>Palabras gastadas</b> y <b>frases
hechas</b> que anulan la inteligencia y adquieren una renovada importancia por
lo que invocan y sugieren, por lo que pretenden resaltar y por lo que quieren
ocultar. Se construye así un idioma solo para iniciados<
La mayoría de los
secesionistas nunca dirán Cataluña y el resto de España, dirán Cataluña y el
Estado. Dialogar es negociar el modo y los plazos para alcanzar la
independencia. Derecho a decidir es tan solo la fórmula acordada para subrayar
que Cataluña es una nación soberana y España un Estado sin nación. Por más que
el articulo 155 de la Constitución esté, obviamente, en la Constitución; para
los independentistas es anticonstitucional.
</span><br />
</span></span></span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="https://4.bp.blogspot.com/-5URIRTy6PRU/Wi7EGOsIIoI/AAAAAAAAAcs/IsnG2_wFEEkvh9Tbdm68MOp_VTjWOFyHACLcBGAs/s1600/jUNQUERAS.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"></a><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="color: black;">Los
independentistas encarcelados por una acción ilícita son <b>presos políticos</b>;
y si huyen, exiliados. Pero si no son secesionistas son, respectivamente,
políticos presos o prófugos. Llamarán policía nacional a la policía autonómica,
y a la verdadera policía nacional la llamarán siempre policía española. Dirán
que el Estado español es represor; pero evitarán explicar que lo es en la misma
medida que hace cumplir la ley y, que en este sentido, todo Estado es represor
—incluso un futuro Estado catalán—. La <b>normalización lingüística</b> consiste
en benévolas medidas de protección a la lengua catalana, pero nunca confesarán
que conlleva prohibir a los comerciantes <b>rotular en español</b> y a los
profesores <b>enseñar en español</b> a los alumnos.
</span><br />
</span></span></span></span></span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="color: black;">Pero el chamanismo
político que padecemos no se agota en el delirio nacionalista. Una tribu
hermana viene a sumársele: la autodenominada <b>Nueva Izquierda</b> que brota
de pensadores como Althusser y Gramsci. Sus seguidores, más torpes y zafios que
sus maestros, convierten el lenguaje en un campo de batalla en el que se
conquistan palabras como si fuesen colinas estratégicas. El nuevo vocabulario
acaba por ser asimilado por todos los partidos y los medios de comunicación.<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span>Ser <b>feminista</b> ya
no es defender la igualdad entre hombre y mujer sino abanderar la <b>discriminación
positiva</b> que discrimina negativamente al varón. El <b>género</b> no es una
categoría gramatical que se expresa en la dualidad masculino y femenino.
Tampoco se corresponde con el básico niño o niña que nos comunica el tocólogo
tras escrutar la esperada ecografía de nuestro hijo. Es una <b>identidad
elegida</b> entre más de cien posibilidades —según un tal <b>Vitit Muntarbhorn</b>,
supuesto experto y Defensor Global LGBT de Naciones Unidas, hay exactamente
ciento doce—. Un hombre puede elegir ser mujer, incluso mujer lesbiana, y el
Estado ha de reconocer su derecho a serlo. Si tal derecho incluye la asignación
de un ginecólogo en la Seguridad Social <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">sigue siendo a día de hoy un enigma.
<br />
</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="color: black;"></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="color: black;">Pla<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">tó</span>n u</span>tilizaba el vocablo <i>simploke</i> para señalar que las <b>ideas
suelen estar enredadas</b>. De modo que para pensarlas hay primero que <b>desenredarlas</b>.
En realidad pensar y desenredar son lo mismo. Y ambas cosas son complicadas
hoy. Al abrir un periódico o encender la televisión uno se da cuenta de
que hay demasiados enemigos de Platón: no solo se complacen en la <i>simploke</i>
de las ideas, sino que parecen tener una clara voluntad en <b>aumentar el
enredo. </b></span></span></span><br />
<span style="color: black;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"><br /></span></span></span></span></span>
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;"><br /></span></span></span></span></span>
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">Ante este estado de cosas, y a poco que se respeten las palabras y los significados que quieren ser pensados a través de ellas, solo cabe ser una cosa: </span><strong style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">disidente</strong><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">. Siquiera como defensa propia ante un mundo invadido por </span><strong style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">emoticonos</strong><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">, conjuros y </span><strong style="background-color: transparent; box-sizing: border-box; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 700; letter-spacing: normal; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;">consignas tribales</strong><span style="background-color: transparent; display: inline; float: none; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; line-height: 26px; text-align: left; text-decoration: none; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px; word-wrap: break-word;">.</span></span></span></span></span></span><br />
<span style="color: black;"></span><span style="color: black;"></span><span style="color: red;"></span><span style="color: black;"></span><span style="color: blue;"></span><span style="color: black;"></span><br /></div>
</div>
</div>
</div>
<div align="justify" class="western" style="line-height: 100%;">
<span style="font-family: "arial";"><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><br /></span>
<span style="font-family: "arial";"><span style="background-color: transparent; color: #06063d; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 13.33px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: 16px;"> </span></span></span><span style="background-color: transparent; color: #06063d; font-family: "verdana" , "geneva" , sans-serif; font-size: 13.33px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; text-align: justify; text-decoration: none; text-indent: 47.2px; text-transform: none; white-space: normal; word-spacing: 0px;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: 13.33px;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Artículo publicado el 15 de enero de 2018 en<a href="https://disidentia.com/los-politicos-como-chamanes/"> Disidentia</a></span></span></span></span></span></span></span></div>
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"></span><span style="font-family: "courier new" , "courier" , monospace;"></span><span style="font-family: "helvetica neue" , "arial" , "helvetica" , sans-serif;"></span><span style="font-size: large;"></span>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-15746690434903400882017-10-06T19:29:00.000+02:002017-12-11T18:53:06.081+01:00BUCLES SECESIONISTAS<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Si tienen ustedes un amigo catalán que defiende hasta el
agotamiento el llamado derecho a decidir se habrán percatado de que es muy
difícil establecer un debate sin llegar al aburrimiento o a la desesperación.
No repetiré aquí los discursos que los secesionistas quieren hacer pasar por
argumentos. Pero como muestra, un botón basta. Cuando le pregunto a mi amigo
Jordi que si en una Cataluña independiente Badalona tendría derecho a decidir,
suele escurrir el bulto y apelar al misterioso hecho diferencial catalán, a lo
insoportable que es el malvado Rajoy o a la ilusión que le genera la futura república
catalana, categorías difusas y evasivas que son muy difíciles de encajar en un
razonamiento con un mínimo de rigor intelectual. Lo que suele hacer nuestro
amigo nacionalista es, en el fondo, dar sucesivas vueltas para reafirmar una y
otra vez la idea incuestionable de la que parte: tenemos derecho a decidir.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Cómo explicar tan peculiar
fenómeno? En muchas ocasiones el deseo y la emoción es lo que nos inclina a
decir o hacer ciertas cosas. Pero una vez dicho o hecho necesitamos dar alguna
consistencia a nuestro pensamiento y elaboramos un sistema ideológico más o
menos resistente. Quizá la necesidad de sistema es, sin más, una necesidad de
paliar el dolor. El absurdo nos duele. Y la mente es una máquina de crear
sentido, en muchas ocasiones incluso donde quizá no lo hay. Pero no todo lo que
construimos en nuestra cabeza para paliar ese dolor es impolutamente racional.
De modo que, en muchas ocasiones, somos seres deseantes que nos creemos
racionales mientras construimos castillos justificativos en el aire. A la elaboración
meticulosa de este autoengaño Freud lo llamaba racionalizar, y lo diferenciaba
claramente del mero razonar. A su manera, Nietzsche viene a decir lo mismo. Y
en psicología social el fenómeno se conoce como disonancia cognitiva. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">De modo que muchas veces
nuestras decisiones y opiniones no son racionales y, acto seguido, intentamos
ajustarlas a los hechos y a nuestro sistema de creencias para que parezcan que
lo son. ¡Vamos, que nos hacemos trampa en el solitario! Una vez que Jordi quedó
emocionalmente atrapado en la idea del derecho a decidir, toda su inteligencia
y emoción trabaja para reafirmarla.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Estructuralmente no hay una
diferencia esencial entre la actitud de Jordi y la del que tiene un delirio de
celos. De modo que Jordi nos parece un poco paranoico. Del mismo modo que el
celotípico no cuestiona la infidelidad de su cónyuge y va encajando los datos
que le sobrevienen para confirmar su idea obsesiva, la idea de que Cataluña
tiene derecho a ser independiente es algo incuestionable y, por consiguiente,
todo lo demás ha de ajustarse a ella.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Ahora bien, Jordi tiene dos
opciones: o cambiar su “idea obsesiva”, y con ella un sistema de creencias e
ideas que le ha acompañado durante mucho tiempo, o ajustar al sistema ya
construido los nuevos datos que la realidad va generando. El coste personal de
la primera opción es mucho mayor para Jordi que el parcheo chapucero que supone
la segunda. De modo que opta por la segunda. Una vez que estamos aferrados
hipnóticamente a la idea de que Cataluña tiene derecho a decidir, ¿cómo
encajarla con el hecho de que el Estado español no la reconoce? Fácil: el
Estado español es totalitario, franquista y represor. He aquí el parche
racionalizador. No importa que dicho parche condene a Francia, EE.UU o Alemania
a ser también estados totalitarios y franquistas. Un nuevo bucle racionalizador
interpretará debidamente esta nueva derivada.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Algo parecido ocurrió en el
Renacimiento en relación con la nueva astronomía. A pesar de pruebas y
razonamientos cada vez más sólidos, los clérigos escolásticos no podían admitir
que el Sol era el centro del universo. De poco le sirvió a Galileo la amable
invitación a que mirasen a través del telescopio para que se diesen cuenta de
su error. El rechazo a las ideas copernicanas tenía la misma raíz psicológica
que la opción de Jordi. En fin, volver a replantearse las cosas y construir una
nueva casa, aunque llegue a ser mejor que la chabola donde vivimos y hemos
vivido tantos años, nos suele dar mucha pereza. Entre otras cosas porque tendríamos
que reconocer que hemos vivido y vivimos en una chabola. Así que apañamos la
gotera y a seguir tirando: la Tierra es el centro del universo y la realidad
que veo a través del telescopio son manchas engañosas que pertenecen a la lente
del endemoniado aparato. Y vale ya.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La diferencia entre Copérnico,
el delirante celotípico, mi amigo Jordi y cada uno de nosotros no está en esta
necesidad tan humana de crear sentido y evitar el dolor que provoca una
realidad aparentemente contradictoria y absurda –recordemos que para los
secesionistas un mundo donde un Estado de Derecho prohíbe la secesión de una
parte del territorio no tiene sentido-, sino en los niveles de exigencia de
nuestros propios sistemas ideológicos. Copérnico no se conforma con las
chapuceras explicaciones astronómicas que había en su época. Y Jordi se aferra
a una ideología que ha heredado, que no ha sido nunca objeto de un riguroso
análisis y con la que ha ido tirando toda su vida, como los clérigos
escolásticos. Copérnico mantiene “su delirio” a pesar de tener el mundo en
contra. Pero Jordi mantiene “su delirio” entre otras cosas para no tener el
mundo en contra: la televisión, la radio, los periódicos y sus compañeros de
trabajo le aportan un bienestar social y psicológico nada desdeñable. La verdad
es que a Jordi le ha ido muy bien hasta ahora con su hecho diferencial. Da
igual que un análisis riguroso señale que una Cataluña independiente sería, al
menos a corto y medio plazo, mucho más pobre que ahora. Manteniendo lo contrario
Jordi sería capaz de morir de hambre en su Cataluña imaginada sin modificar un
ápice sus ideas. En fin, siendo un poco compasivo con nuestro amigo podríamos
considerar que quizá es mejor para Jordi morir de hambre que de un ataque de
ansiedad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Quizá todos caemos a veces en
estas actitudes paranoides, racionalizantes o disonantes. Pero lo único que a
duras penas puede evitarlas es conocer un poco el mecanismo psicológico que las
provoca. Identificada la pereza mental que nos inclina a vivir en una chabola
ideológica llena de goteras, lo conveniente es hacer un esfuerzo y empezar a
construir una nueva casa. El resultado que cabe esperar es que seamos un poco
más libres. No es poca cosa.</span></span><br />
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: small;">Art<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">ículo publicado el 25 deseptiembre de 2017 en <a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/09/25/bucles-soberanistas.shtml">Periodista digital</a> </span></span></span></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span><br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Jesús Palomar</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: x-small;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: xx-small;"><span style="font-size: xx-small;"><a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/09/25/bucles-soberanistas.shtml"></a></span></span></span></span></span></span> </span></span></div>
</div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-35282811887806073982017-09-29T15:20:00.002+02:002017-10-26T19:50:09.807+02:00CATALUÑA Y EL MUNDO DE HOY<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/--8ezKGPbD1o/Wc5ImiCzSnI/AAAAAAAAAcc/QLaQUy8b4Ms0OObSyBDuzpiAj_0JW8ItQCLcBGAs/s1600/ACATA%2540abc.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="287" data-original-width="510" height="180" src="https://4.bp.blogspot.com/--8ezKGPbD1o/Wc5ImiCzSnI/AAAAAAAAAcc/QLaQUy8b4Ms0OObSyBDuzpiAj_0JW8ItQCLcBGAs/s320/ACATA%2540abc.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Recuerdo el estupendo libro de Stefan Zweig: <i>El mundo
de ayer.</i> Recuerdo cómo describía la Viena del Imperio austrohúngaro:
sólida, de apariencia inquebrantable. Idéntica a la de sus padres y abuelos
donde la promesa de la continuidad tranquila se respiraba en cada instante.
Luego, la Gran Guerra. Y después, la segunda gran guerra. En poco tiempo el
mundo cambió. Entretanto, ocurrieron muchas cosas. Casi todas horribles. Muchos
dicen que Europa murió en el proceso. Vivimos nosotros de sus ruinas. El hombre
normal no sabe que todo es posible, decía David Rousset. Y nosotros, hombres y
mujeres de la primera mitad del siglo XXI, deberíamos asumir el deber de no ser
<i>hombres normales</i>. Todo es posible. También lo peor.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Tendemos a ver la tragedia como
aquello que ocurre a los otros. Masacres, genocidios, extrema crueldad es solo
posible allende nuestras fronteras. Quizá en la deprimida África. En un punto
perdido de la inmensa Sudamérica. Pero Europa está ya curada de espanto. Y, sin
embargo, los Balcanes. Tan cerca en el tiempo. En el espacio. Yo, a pesar de no
profesar ninguna religión, tengo mis propias oraciones. Una de ellas son los
versos de Ángel González: dos cosas en común <i>tienen la Historia y la
morcilla de mi tierra.</i> <i>Se hacen las dos con sangre, se repiten</i>. En
África. En América. Y también en Europa. De nacionalismo hablamos. Por consiguiente,
de independentismo. Aporía trágica a fuerza de no tener salida. Ya sé. Somos
civilizados y hemos aprendido. ¿Pero realmente hemos aprendido? </span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>El problema catalán</i> es
pensar que hay un problema catalán y, por ende, creer que el susodicho problema
se resuelve con la secesión: concedida de <i>iure, </i>con trampa de ley, o
tolerada de <i>facto</i>: más competencias transferidas, más mirar para otro
lado cuando se pisotean los derechos de los catalanes no nacionalistas, más empatía,
sonrisas, flores, osos de peluche y diálogo, toneladas de diálogo.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">No hay problema catalán. En
Cataluña hay una desmesurada y ciega ambición de dominio de una oligarquía
regional. Y una sociopatía cebada por el poder un día sí y otro también desde
hace más de treinta años. Fomentada activamente desde Barcelona y pasivamente
desde Madrid. La actividad de unos y la pasividad de otros se explican por la
corrupción económica y moral de todos: lastre fatal que a los primeros les hace
huir hacia delante y a los segundos actuar con una impostada prudencia que se
parece mucho a la cobardía. </span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La secesión nada solucionaría.
Continuaría el sentimiento de agravio. La pataleta adolescente de una nación
recién nacida es insaciable y voraz. España —lo que de ella quedase— seguiría,
por mucho tiempo, debiendo dinero. Debiéndolo todo. También debería
territorios. ¿La Cataluña actual? A penas nada. El objetivo serían los <i>Països
Catalans</i>. La aporía nacionalista es sobre todo eso: aporía <i>ad infinitum</i>,
y promesa de sangre e infernal reiteración. Segregación <i>disimulada</i> hay
ahora para los castellano parlantes. Segregación a secas habría luego:
españoles catalanes convertidos en judíos alemanes. ¿Estamos preparados para
ello? La civilización parece una fuerte red que protege de la barbarie. Pero la
barbarie vive agazapada en cada hombre y quiere salir tras mucho tiempo
reprimida. Freud sabía mucho de esto ¿Civilización? Débil tul que finalmente no
protege de nada. Demasiado tiempo sin guerras, quizá. A los españoles de la
primera mitad del siglo XXI nos cuesta valorar lo que nos ha venido casi de
nacimiento: poder charlar con un amigo sin temor a la delación, pasear por el
parque sin miedo a ser asesinado o arrestado, comer todos los días, sí, a pesar
de la crisis de la que tanto nos está costando salir. Parece lo normal. Pero
quien tenga más de ochenta años o conozca un poco la Historia sabe que es lo
excepcional.</span></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Pandora abre su caja. Y abundan los ciegos voluntarios y los optimistas
vanos que aun no saben que todo es posible. El mundo progresa cuando los
políticos duermen. Pero hoy casi todos nuestros políticos tienen insomnio
mientras que la mayoría de la gente anda todavía en duermevela. O nos
espabilamos de verdad o los hiperactivos insomnes nos llevan a la ruina. </span></span></span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"> Jesús Palomar</span></span></span><br />
<span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"> </span></span></span><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: small;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: x-small;"><span style="font-size: small;">Artículo publicado el <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">1<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">8</span></span> de septiembre de 2017 en</span> </span></span></span></span><span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/09/18/cataluna-y-el-mundo-de-hoy.shtml"> </a><span style="font-size: small;"><a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/09/18/cataluna-y-el-mundo-de-hoy.shtml">Periodista Digital</a></span></span></span></span> </span></span></div>
</div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-48140073371930610902017-09-13T17:01:00.000+02:002017-09-14T13:54:18.369+02:00APORÍAS NACIONALISTAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-HM3jZqlmVRM/WblHpt4QhoI/AAAAAAAAAcM/ZgbUQFaxZAw97MnCDfabJsLgV4VIBhgdACLcBGAs/s1600/el-romanticismo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="257" data-original-width="263" src="https://3.bp.blogspot.com/-HM3jZqlmVRM/WblHpt4QhoI/AAAAAAAAAcM/ZgbUQFaxZAw97MnCDfabJsLgV4VIBhgdACLcBGAs/s1600/el-romanticismo.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Tras la Segunda Guerra Mundial, conocidas las atrocidades nazis, el
concepto de raza entra en declive moral y durante la segunda mitad del
siglo XX, tras serias investigaciones genéticas, se convierte también en
un concepto débil científicamente. Esto hace que casi ningún
nacionalista identitario se atreva hoy explícitamente a hablar de raza.
Resulta que la raza es sustituida por la lengua, más políticamente
correcta, aderezada hábilmente con la palabra cultura, tan bien sonante
como un hermosísimo vals. De modo que si en lugar de apelar a una raza
diferente para justificar la secesión apelamos a la lengua y a la
cultura, siendo exactamente lo mismo, parece otra cosa más digna y
respetable. No obstante, en la mayoría de las naciones políticas
actuales se hablan varias lenguas y en diferentes estados usan una misma
lengua: Ingles en Reino Unido y EE.UU, y español en España y Argentina,
por ejemplo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> ¿Y qué ocurre cuando en una nación política se
habla la misma lengua? Entonces es el factor religioso el que se
constituye como bandera del nacionalismo identitario. De lo que se
deduce que sería una tragedia inmensa para cualquier nacionalista
identitario no disponer de alguno de estos tres rasgos justificativos
para llevar a cabo su programa político. Se entiende entonces la
angustia de los nacionalismos lingüísticos, sin raza ni religión a la
que echar mano. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> De modo que raza, lengua y religión han sido
tradicionalmente los elementos que han intentado justificar la
existencia real de una nación; los signos visibles de una realidad
inabarcable y preexistente que, como puntas insignificantes de iceberg,
se han considerado demasiadas veces pruebas irrefutables de la vastedad
de hielo sumergido en las aguas. Y, sin embargo, esta dialéctica
nacionalista de lo oculto y lo profundo sólo puede articularse en un
lenguaje esquivo ajeno a la razón, pariente cercano del sermón religioso
o la narración mítica. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Los que admiten que la nación es una
monolítica y fantasmal identidad colectiva no pueden obviar que se
manifiesta en individuos reales de carne y hueso; es decir, de modo
discontinuo. Siendo el Estado un territorio continuo, ¿cómo conjugar
esta asimetría?, ¿qué hacer con presuntas naciones diferentes con <i>distintas identidades</i> que conviven en el mismo espacio? Hitler tenía
su propia respuesta. Pero para todos los que no comulgamos con ella es,
desde luego, una ineludible aporía. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> La democracia tiene que ver
con decidir, pero no es solo derecho a decidir. No tenemos derecho a
decidir si mañana saldrá el Sol o si linchamos al vecino tan solo porque
lo deseamos y lo sentimos así, sin más. Aunque sea mediante un
inmaculado referéndum. La soberanía tampoco se decide por sufragio. Nos
viene dada por la Historia o se cambia tras un hecho revolucionario: lo
que hoy ocurre en Cataluña es una revolución de la señorita Pepis
disfrazada de legalidad. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> No hay derecho a la secesión de una
parte en relación con el todo, pues la parte no tiene derecho a destruir
al todo. En puridad ni siquiera el todo tiene derecho a destruirse a sí
mismo, pues la soberanía es inalienable. El derecho a decidir si somos
soberanos es un absurdo lógico y jurídico, pues si tal derecho existiese
se estaría constatando la soberanía antes de la misma decisión.
Reconocer este falso derecho implicaría de <i>facto</i> eliminar la soberanía
española. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Si la creación de un Estado fuese cuestión de decisión
colectiva según deseos y sentimientos, entonces éstos deberían ser
expresados periódicamente por cada generación. Pues el deseo, como la
<i>donna</i> de la ópera, <i>è mobile</i>. Abuelos, padres e hijos pueden desear y
sentir cosas diferentes. Aun así, tan digno de ser escuchado sería el
anhelo independentista de algunos vascos o catalanes como el del último
pueblo de la provincia de Albacete, y aun del más pequeño de los barrios
de ese último pueblo, y así <i>ad infinitum</i>. De modo que la aporía del
nacionalismo identitario se nos cuela esta vez por otra rendija.
Abstracta reflexión que nos lleva a lo concreto: Badalona o el pequeño
municipio de Pontons, pongamos por caso. ¿Reconocemos su derecho de
autodeterminación señora Forcadell?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Los Estados europeos son el
resultado de complejos avatares históricos. Es una cuestión de <i>facto</i>, no
de <i>iure</i>. Surgieron a trancas y barrancas, y demasiadas veces se apeló a
bodas concertadas que sólo convenían a reyes o príncipes. Pero este
hecho no justifica que los actuales estados deban ser desmantelados. La
mayoría de los que optamos hoy por conservar las Pirámides de Egipto no
aprobamos la manera en que se levantaron. Los estados son fruto de la
Historia y no responden ya a ninguna voluntad malvada a la que podamos
llevar a un tribunal. Pocas cosas humanas que veneramos todos los días
han nacido por una irreprochable racionalidad y buena voluntad. Si
Alexander Fleming hubiese investigado sólo por deseo de fama o vanidad,
¿deberíamos dejar de usar la penicilina?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Estamos en el siglo XXI y
pretendemos aprender de la Historia. Desde una postura mínimamente
ilustrada el problema de destruir o construir un Estado carece de
interés. Lo verdaderamente importante es si ese o aquel Estado es
apropiado para mantener la paz, si sus ciudadanos son libres, hay
verdadera justicia social y respeto debido a las minorías. ¿O acaso los <i>muy democráticos</i> constructores de nuevos estados pretenden instaurar
valores muy diferentes a éstos? Visto lo visto estos días en el <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">P</span>arlamento de Cataluña no es una hipótesis descabellada.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> La
Historia puso las fronteras, pero las generaciones presentes podemos
hacer algo mucho más importante: que a un lado y al otro de la línea
haya justicia y libertad.</span></span><br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Jesús Palomar</span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: small;"> Artículo publicado el <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">11</span> de septiembre de 2017 en <a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/09/11/aporias-nacionalistas.shtml">Periodista Digit<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">al.</span></a></span></span> </span></span></div>
</div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-52128347907777008912017-09-08T10:18:00.001+02:002017-09-09T21:05:30.719+02:00¿AGNÓTICO O ATEO?<a href="https://4.bp.blogspot.com/-afmnaaDwQOk/WbJRyw63mcI/AAAAAAAAAb8/ARQX6y8GNWI4qRnz-5CIajAZxmubzSgCwCLcBGAs/s1600/maxresdefault.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="180" src="https://4.bp.blogspot.com/-afmnaaDwQOk/WbJRyw63mcI/AAAAAAAAAb8/ARQX6y8GNWI4qRnz-5CIajAZxmubzSgCwCLcBGAs/s320/maxresdefault.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;">El 21 de agosto escribí en facebook <a href="https://www.meneame.net/m/Art%C3%ADculos/eres-parte-problema">una entrada </a>que
se ha hecho viral. Esta entrada fue bloqueada por facebook identificándola como
spam. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="http://www.periodistadigital.com/politica/sucesos/2017/08/26/tu-tambien-sostienes-que-el-islam-no-tiene-nada-que-ver-con-las-masacres-islamistas.shtml">Periodistadigital </a>y algún <a href="http://latribunadelpaisvasco.com/not/7053/facebook-no-quiere-que-leas-esta-reflexion-sobre-el-terrorismo-musulman/">otro periódico digital</a> se hicieron eco del post y de la “censura” posterior. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;">El post bloqueado
por facebook empezaba con la frase “Si eres agnóstico y tolerante con el Islam, pero ateo y combativocon el cristianismo”. </span></span><br />
<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"> </span> El 5 de
septiembre escribí un nuevo artículo y lo envié al diario INFORMACION de Alicante. Sirva este escrito para profundizar en la primera frase del post viral. Aquí está el
artículo
publicado:</span><br />
<br />
<br />
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<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En puridad ser agnósico significa que la
existencia o no existencia de Dios es un tema irresoluble para la razón humana.
De modo que, como decía Tierno Galvál, el agnóstico se instala en la inmanencia
y no entra en temas teológicos. Sin embargo declararse ateo va un poco más
allá. El ateo afirma que la proposición “Dios existe” es falsa. Pero además de
ser falsa, dicha por un ser humano es una mentira interesada. Es decir, el ateo
añade una valoración moral: quien tiene interés en que creamos en Dios nos está
intentando engañar en virtud de algún plan no siempre confesado. De modo que el
ateo está convencido de que la mera creencia en Dios, y las creencias y
conductas que de esta creencia se derivan, son, <i>per se</i>, nocivas para el
individuo y/o para la sociedad. Marx considera la religión como opio del
pueblo: placebo antirrevolucionario, Nietzsche como un elemento que debilita la
voluntad de vivir y atrofia la capacidad estética de los seres humanos y para
Freud la cuestión religiosa está involucrada en casi todas las neurosis. <i>Ergo</i>,
un mundo sin Dios y sin religión sería mejor para todos.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Pero más allá de la
denotación objetiva de los términos, las palabras tienen también matices y
connotaciones que el habla, algo vivo y dinámico, no puede evitar. Mi admirado Gustavo
Bueno solía decir que cuando un no creyente se declara agnóstico viene a
significar que, más allá de su creencia o no en Dios, no se va a mostrar
combativo en el asunto. Allá cada cual con su fe. Pero cuando un no creyente se
declara ateo, la cosa cambia. Si en una conversación alguien dice soy ateo, se
dispone a entrar en guerra dialéctica con aquellos que afirmen que Dios existe.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">De modo, que siguiendo a
Gustavo Bueno, agnóstico y ateo son también actitudes que un no creyente puede
poner en práctica según y cuando. Ni el “ateo” anda siempre batallando (algo
agotador) ni el “agnóstico” es siempre un indiferente y cachazudo Buda. Un
“agnóstico” es un ateo que ocasionalmente no quiere batallar y un “ateo” es un
agnóstico al que algunos creyentes ya le han irritado demasiado. Ser no
creyente y creyente a la vez es incoherente. Pero que un no creyente se muestre
tolerante o combativo con conductas o ideas que su oponente creyente desarrolla
según el caso, no lo es. A la mayoría de los no creyentes les es indiferente
que alguien crea en Dios o que se rece tres, cuatro o cien veces al día. Ya sea
a Zeus, a Jehová o a Alá. Pero a la mayoría de los no creyentes que conozco no
les es indiferente que en nombre de una religión se limiten libertades básica,
se justifiquen actitudes machistas o se den clases de religión en la escuela
pública (cualquier religión) por poner ejemplos suficientemente claros, creo
yo. En este último caso muchos no creyentes asumen una actitud atea y
combativa. Y es normal que así sea si se ama la libertad más que a cualquier
Dios.</span></span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">J<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">esús P<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">alo<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">mar</span></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><br />
</span></span></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: x-small;">
Artículo publicado el 5 de septiembre de 2017 en el <a href="http://www.diarioinformacion.com/opinion/2017/09/05/agnostico-o-ateo/1932616.html">diario INFORMACION </a>de Alicante.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></div>
</div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-86045262356484735192017-09-04T14:05:00.001+02:002017-09-13T11:58:12.696+02:00ERES PARTE DE LA SOLUCIÓN<!--[if gte mso 9]><xml>
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</xml><![endif]--><a href="https://3.bp.blogspot.com/-MusIQhrBSSs/Wa1CILp00xI/AAAAAAAAAbs/yLC6MnWB6soQkwEO2TpKRIZInyB7QhuYACLcBGAs/s1600/Otros.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="210" data-original-width="375" height="223" src="https://3.bp.blogspot.com/-MusIQhrBSSs/Wa1CILp00xI/AAAAAAAAAbs/yLC6MnWB6soQkwEO2TpKRIZInyB7QhuYACLcBGAs/s400/Otros.jpg" width="400" /></a><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;">El 21 de agosto escribí en facebook <a href="https://www.meneame.net/m/Art%C3%ADculos/eres-parte-problema">una entrada </a>que
se ha hecho viral. Esta entrada fue bloqueada por facebook identificándola como
spam. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="http://www.periodistadigital.com/politica/sucesos/2017/08/26/tu-tambien-sostienes-que-el-islam-no-tiene-nada-que-ver-con-las-masacres-islamistas.shtml">Periodistadigital </a>y algún <a href="http://latribunadelpaisvasco.com/not/7053/facebook-no-quiere-que-leas-esta-reflexion-sobre-el-terrorismo-musulman/">otro periódico digital</a> se hicieron eco del post y de la “censura” posterior. </span><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"><span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;">El post bloqueado
por facebook acababa con la frase “No lo dudes: eres parte del problema”. Y el problema o
uno de los grandes problemas que padecemos es, en mi opinión, la incoherencia y
el deterioro de nuestra capacidad crítica fomentado por diversos grupos políticos
e ideológicos. </span>El excelente escritor y reportero Alfonso Rojo escribió el 29 de agosto un artículo titulado <a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/08/29/alfonso-rojo-eres-parte-del-problema.shtml">Eres parte del problema</a>. Al final del escrito Alfonso Rojo se refería a mi post y se quejaba de las graves inchorencias con las que convivimos diariamente. El 4 de septiembre escribí un nuevo artículo y lo envié a
periodistadigital. Me lo publicaron inmediatamente. Aquí está el artículo
publicado:</span><br />
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Fue Antonio Gramsci desde
planteamientos marxistas quien más insistió en la idea: para alcanzar el poder
es necesario primero ganar la batalla cultural. Es decir, la batalla de la
opinión pública. Gramsci se refería a ello con el término hegemonía cultural.
Los discípulos actuales de Gramsci se esfuerzan día tras día en imponer y
mantener esa “hegemonía cultural”. Pero para tales discípulos, algo más torpes
y desde luego bastante menos brillantes que su maestro, no importa que esa
opinión generalizada esté llena de contradicciones o incoherencias. Incluso es
deseable que sea así. Se trata de aturdirnos y que ya nadie tenga la fuerza
moral para oponerse a ella. Primero por la presión de grupo. Luego por la asunción
mecánica. El objetivo es conseguir una servidumbre voluntaria en una sociedad
de zombis: una turba muy similar a los caminantes de la noche de la serie Juego
de Tronos. Hoy llamamos a esa hegemonía cultural lo políticamente correcto. Se fomenta
con mensajes reiterados y propaganda. Mucha propaganda. Y la verdad es que los
discípulos de Gramsci han tenido mucho éxito, pues raro es el partido que no ha
sucumbido a ella. De modo que, paradójicamente, eso que hemos dado en llamar lo
políticamente correcto se promueve a la vez desde la <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">su<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">per</span></span>estructura y por los
grupos sociales dominantes <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">de</span> la <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">infr</span>estructura, por hablar en terminología marxista.
Y, en medio, estamos casi todos nosotros.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">¿Cuál
es uno de los resultados del triunfo de tal hegemonía cultural? Hannah Arendt
nos ilumina un poco: la mente del individuo se escinde. El diálogo interior
desaparece. Y la capacidad de juicio, se deteriora. Juzgamos gracias a que la
conciencia es “dos en uno”. Y el juicio es siempre fruto de un diálogo íntimo
con nosotros mismos. Un dialogo que se realiza en soledad y en silencio. Por
eso es tan importante para los propagandistas de abajo y los poderosos de
arriba fomentar el ruido y el entretenimiento vacuo. En tal situación el
eslogan zafio es lo que triunfa y el desahogo emocional y reactivo es lo que
interesa. Esta tensión ayuda a mantener el sistema. Y prácticamente todos los
partidos se congratulan por ello. Unos en público y otros en privado. El poder
nos ánima a que juguemos al parchís con un amigo virtual de Australia a través
de la red y a que soltemos dos improperios emocionales en forma de opinión en
el bar de la esquina: a eso lo llaman libertad. Nos toleran seguir con nuestra
vida, pero en familia o en el reducido círculo de amigos cercanos; para ver la
tele, comentar el último partido de fútbol o preparar nuestro viaje de vacaciones.
Poco más. No nos engañemos, si rebasamos la línea es muy probable que tengamos
problemas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">La
hegemonía cultura que hoy por hoy padecemos no es inocua. Asumir una
incoherencia es el primer paso para asumir las demás. Y con la cabeza llena de
incoherencias, se anula el pensamiento y la capacidad crítica. Ni siquiera es
hipocresía. Es aturdimiento. El terreno está entonces abonado para el mal. Y la
causa básica de ese mal es banal, como dijo Arendt. Para fomentar grandes males
no hace falta ser un demonio. Basta con que haya mucha gente que haya dejado de
pensar y de hacerse preguntas. La incapacidad de pensar de la mayoría de la
población de Alemania, gente común y no especialmente malvada, propició el triunfo
del nazismo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"> Sembrada la discordia en nuestra cabeza es difícil
establecer diálogos con los otros. El resultado es la atomización de la
sociedad. Pero entre una sociedad atomizada y una comunidad orgánica, hay un
término medio: la tradición política más ilustrada la denomina comunidad
republicana. Y una comunidad republicana puede darse con o sin rey. Empezó con
Roma, siguió con Cromwell (mejor representada en<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Oceana de Harrington)</span>, en el Renacimiento la defendió para Florencia el
genial Maquiavelo y fue la fuerza omnipresente de la Revolución norteamericana.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"> ¡Somos individuos, sí, pero profundamente
preocupados por su comunidad política! Queremos ser verdaderos ciudadanos y no
átomos sin conexión que pululan en el vac<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">ío</span>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">Nuestra sociedad civil está destruida. Intentemos
entre todos restaurarla. Afrontar nuestras contradicciones es nuestro primer
deber político. Sin ello no habrá debates sinceros ni sociedad civil fuerte.
Los griegos llamaban a esta elemental sinceridad en el discurso <i>parres<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">i</span>a</i>.
Y en tiempos de confusión, la <i>parres<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">i</span>a</i> es revolucionaria. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyTextIndent" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"> La incoherencia es parte del problema, sí. Y la
coherencia es el inicio de la solución. Una sociedad civil fuerte podrá
afrontar mejor el resto de los problemas. Que son muchos, desgraciadamente.</span></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></span></span><br />
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Jesús Palomar</span></span></span></span></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"> <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></span></span><br />
<br />
<span style="font-size: small;"></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: small;">
Artículo publicado el 4 de septiembre de 2017 en <a href="http://www.periodistadigital.com/opinion/columnistas/2017/09/04/eres-parte-de-la-solucion.shtml">Periodista Digital</a>.</span></div>
</div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-57882398593579173902017-07-29T22:16:00.002+02:002017-07-29T22:16:54.307+02:00LABERINTOS POLÍTICOS<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span>
<br />
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-yZY4ODsRIdE/WXzs2I6blcI/AAAAAAAAAbY/MFZmmXau88cywMnRuzAdfZUrNCw-RhCfwCLcBGAs/s1600/product_thumbnail.php.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="224" height="400" src="https://4.bp.blogspot.com/-yZY4ODsRIdE/WXzs2I6blcI/AAAAAAAAAbY/MFZmmXau88cywMnRuzAdfZUrNCw-RhCfwCLcBGAs/s400/product_thumbnail.php.jpg" width="280" /></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span style="font-size: large;"><a href="http://www.lulu.com/shop/jes%C3%BAs-palomar-vozmediano/laberintos-pol%C3%ADticos/paperback/product-23272331.html">Libro</a> a caballo entre la divulgación y la reflexión crítica. Un repaso a
las ideas políticas de Platón, Aristóteles, Hobbes, Locke y Rousseau. Y
una reflexión crítica e histórica sobre conceptos políticos
fundamentales: Estado, soberanía, democracia, monarquía, república y
constitución, entre otros. El ensayo analiza asimismo temas como la
relación entre la verdad y la política, la legitimidad y la ley o la
compatibilidad entre Estado de derecho y las excepciones legales que se
vislumbran tras la discriminación positiva defendida por colectivos
neofeministas y de género. El lector encontrará también al final del
volumen una recopilación de artículos periodísticos sobre cuestiones
políticas de actualidad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-36108056774917932492017-04-14T23:18:00.001+02:002018-07-20T01:04:58.186+02:00IDENTIDAD Y FICCIÓN<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-_0yF1fuwSGg/WPE8gd19jHI/AAAAAAAAAbI/scF3OdDv0rAHrXq67k-87BHZASfA2BZEQCLcB/s1600/identidad2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://2.bp.blogspot.com/-_0yF1fuwSGg/WPE8gd19jHI/AAAAAAAAAbI/scF3OdDv0rAHrXq67k-87BHZASfA2BZEQCLcB/s320/identidad2.jpg" width="222" /></a></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><i>Quién soy</i>
es una pregunta personal e intransferible. Se trata de un asunto filosófico que
incumbe al propio sujeto. Por mi parte, estoy con Heráclito: la identidad es
una ficción. Un juego que crea estructuras. Nada permanente somos porque
estamos siendo de continuo. Pero resulta que la mentira de la identidad es
necesaria para que funcione otra gran mentira: la del lenguaje y la comunicación.
</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La mentira del lenguaje y
de la identidad posibilitan pues un mínimo de entendimiento que revierte en
pragmatismo, aunque suene contradictorio. Así pues, cuando le pido al camarero
una cerveza, me trae efectivamente una cerveza; aunque en rigor ni el camarero
ni la cerveza ni yo mismo tenemos identidad fija y todo es un puro proceso: he
ahí el inquieto rió de Heráclito. Ahora bien, la mentira funciona porque todos
hemos convenido en que la cerveza es cerveza y el camarero es camarero,
incluido el propio camarero. Lo podemos asumir como un mero juego o como algo
muy serio. Eso es lo de menos para que la cosa funcione. Si el camarero piensa
que es farmacéutico e incluso lo proclama a los cuatro vientos no hay en
principio ningún problema, pero si no se da por aludido cuando pido sus servicios
y solo despacha medicamentos sería harto complicado llevar a cabo algo tan
sencillo como tomarse una cerveza en el bar. Al eliminar el carácter intersubjetivo
del lenguaje, que es tanto como eliminar el lenguaje mismo, la comunicación se
vuelve imposible. Como decía Wiettgenstein, no hay lenguajes privados. Si un calvo
decide ser melenudo porque así lo siente, habrá resuelto a su manera el problema
filosófico de su identidad, pero si va a una peluquería para que le hagan un
sofisticado peinado, obviamente el peluquero no entenderá nada. Seguirá viendo
una cabeza lisa y brillante como una bola de billar. De modo que una persona
que con un cuerpo biológicamente masculino se sienta mujer y proclame que lo es
no supone ningún problema para nadie. Es la particular solución que tal persona
da al problema filosófico de su identidad. Solo habrá ciertos malentendidos,con nula intencionalidad, si tal persona es percibida como un hombre por los demás. Y esto
dependerá fundamentalmente de su aspecto y de las convenciones sociales al
respecto, y no tanto de su digna decisión que tan solo conoce él. O ella. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> Pero la locura total resultaría si el Estado
decidiese tomar partido en todo esto. ¿Tendrá derecho entonces el hombre que se
siente mujer a entrar en los servicios de mujeres? ¿Le asignará la seguridad
social un ginecólogo en lugar de un urólogo?¿Y si un adulto se siente niño
tendrá derecho a matricularse en la ESO? ¿Tendrá derecho el camarero a que el
Estado le ponga una farmacia porque se siente farmacéutico?, ¿deberá obligar el
Estado al peluquero a obrar un milagro y hacerle al señor calvo un sofisticado
peinado? En definitiva, ¿la identidad proclamada por el sujeto ha de ser fuente
de derecho? Si la respuesta es sí, estaríamos acabando de facto con el Derecho
mismo, pues el pseudoderecho resultante dejaría de ser operativo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
Hay
ficciones sin las cuales el homo sapiens, creador de fábulas útiles, no puede
vivir. Al menos como homo sapiens: Identidad, lenguaje y derecho son algunas de ellas.</span></span></div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-86881071233221926272017-03-05T15:45:00.000+01:002017-03-06T14:59:42.301+01:00SEXO, GÉNERO E IDEOLOGÍA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/--VCRVFwJrzw/WLwkKzAHEAI/AAAAAAAAAa0/dOMYuwIzQb8qK7d-PmkBJlMq7J-Y1b3jACLcB/s1600/proxy.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="167" src="https://4.bp.blogspot.com/--VCRVFwJrzw/WLwkKzAHEAI/AAAAAAAAAa0/dOMYuwIzQb8qK7d-PmkBJlMq7J-Y1b3jACLcB/s320/proxy.jpg" width="320" /></a></div>
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<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-align: justify;">
<div class="MsoBodyText">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span><!--[if gte mso 9]><xml>
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</xml><![endif]--><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">La ideología de género afirma que la sexualidad de la
mayoría de la gente no ha sido libremente elegida. La sociedad nos asigna
nuestra sexualidad cruel y despóticamente cada día de nuestra existencia. Todo
empieza con el desalmado pediatra que dice a la mamá embarazada <i>que es un
niño</i> porque en la ecografía ve un pene. El sexo es una construcción social.
De modo que debemos situarnos en un punto cero. Libres de influencias
culturales. Incluso de influencias biológicas. Y desde ese punto cero, elegir
nuestro objeto de deseo y nuestro modo de sentirnos. Sentirnos hombres con o
sin penes y mujeres con o sin vulvas. Y elegir desear a una mujer, a un hombre,
a un perro o a un gato. No solo es una opción, es nuestra identidad. Llamemos a
estas opciones identitarias géneros.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Si desarrollamos este
planteamiento son inevitables ciertas aporías y algunas perpeplejidades. </span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Elegimos lo que deseamos?
Resulta que la sexualidad está marcada fundamentalmente por el deseo mismo. Y a
poco que recapacitemos nos damos cuenta de que nunca elegimos el objeto de
nuestro deseo. Si acaso, es el objeto el que nos elige a nosotros. No elegimos
que nos gusten las lentejas o la paella. Solo podemos elegir si las comemos o
no, que no es poca cosa por cierto. E igual ocurre con el sexo. No es una
opción. No elegimos sentirnos atraídos por las mujeres, por los hombres, por
los zapatos de tacón o por los uniformes masculinos. Por cierto, tampoco un
hombre elige desear a otro hombre ni una mujer a otra mujer.</span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">¿Somos lo que deseamos? Aun si
nos ponemos filosóficos y admitimos que no sabemos muy bien quienes somos, sí
sabemos que no somos lo que deseamos. Un mudo que desea ser cantante, no lo es.
Un hombre que desea ser un perro, no es un perro. Un sargento que desea ser Napoleón,
no es Napoleón. </span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Para liberarnos de las
tiránicas imposiciones sociales la ideología de genero nos da la solución
mágica. Hay que intervenir socialmente en colegios, en ayuntamientos, en la
publicidad. De distintos modos y maneras. Primero enseñando amablemente, luego
inculcando y, si es necesario, imponiendo. Todo sea para liberarnos del
tiránico constructo social que nos esclaviza. Hay que obligar a la gente a ser
libre. ¿Pero no estamos entonces como al principio? Resulta que nuestra identidad
sexual dependerá entonces de otra construcción social: la que propone la propia
ideología de género. Y es que si nos pasamos de listos volvemos a ser tontos.
Porque si damos un giro de 360º estamos obviamente en el mismo sitio. </span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">De modo que la antropología que
la ideología de género nos propone resulta un galimatías. El ser humano
autentico, el que debe elegir todo lo demás, es un ente puro, no contaminado
por su biología ni por la sociedad. Una especie de punto imaginario en el
espacio vacío que desea y desea a lo largo del tiempo. No sabemos qué es lo que
le lleva a desear esto o aquello y, lo que es más curioso, ni siquiera sabemos
quién es el que desea. Un extraño ente sin biología, sin lenguaje, sin
historia, sin sociedad, sin identidad. En definitiva Nadie. Un nadie que desde
la absoluta nada elige, pues, tener un género y por ende una identidad sexual. </span></span></div>
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span><br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Pero resulta que si admitimos
esta conclusión, a pesar de las incongruencias que de ella se derivan, vamos a
chocar inevitablemente con la otra cara de la ideología de género. Aquella que
defiende la identidad femenina en virtud de la cual se practica una
discriminación positiva. En este caso ser hombre o mujer no es algo elegido.
Qué más quisiéramos. Los hombres nacemos hombres a nuestro pesar, y a nuestro
pesar somos agresivos y maltratadores, y por eso debemos ser castigados por el
Estado y la Ley más que las mujeres por <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">idéntico</span>s hechos. ¿En qué quedamos
entonces?</span></span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Lo peor de la ideología de género no es que intente cambiar los usos y
costumbres desde planteamientos estatalistas con veleidades totalitarias. Lo
peor es que nos deja el cerebro hecho papilla si pretendemos entenderla o
buscar un poco de coherencia lógica en sus proclamas.</span></span><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> </span></div>
<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 12.0pt;"></span></div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-29941679.post-92133093957328246382017-01-07T16:52:00.001+01:002017-01-07T17:08:01.883+01:00CONSTITUCIÓN, DERECHOS SOCIALES Y OTRAS COSAS<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/--nMaC-NhqLE/WHEOLA-W81I/AAAAAAAAAac/K3juviwOPT0LQjyGsBKHupU2VottFXXJACLcB/s1600/ley-identidad-vertical.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://4.bp.blogspot.com/--nMaC-NhqLE/WHEOLA-W81I/AAAAAAAAAac/K3juviwOPT0LQjyGsBKHupU2VottFXXJACLcB/s320/ley-identidad-vertical.jpg" width="235" /></a></div>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">El llamado Estado social
que ha mejorado la existencia de muchos seres humanos es algo asumido y
celebrado por casi todos. Y se manifiesta como bien intencionados principios en
prácticamente todas las constituciones modernas. Pero es pertinente resaltar
que los llamados derechos sociales son esencialmente diferentes a los derechos
civiles y políticos. Hasta tal punto que incluso podríamos cuestionar que si
son derechos en sentido estrictamente jurídico los primeros quizá no deberíamos
llamar derechos a los segundos. Los derechos civiles y políticos son
fundamentales. Y no es esta un declaración retórica para resaltar su
importancia. Son fundamentales porque fundan. Y lo que fundan es la Constitución
que inaugura una nueva era política en Occidente centrada en la dignidad del
ser humano y el respeto a sus libertades. Al ser previos a toda estructura
política los revolucionarios franceses y americanos exigían su reconocimiento
al Estado, no su creación. Así pues, los derechos fundamentales son una defensa
ante los posibles excesos del Estado. Exceso constatado por las precedentes
monarquías absolutas. Los derechos fundamentales pueden ser reclamados individualmente
al Estado, y este, en justa correspondencia, resolver la demanda. ¿Ocurre lo
mismo con los derechos sociales? Si la reclamación es individual ya no es
social y si el Estado no puede resolver la demanda, tampoco en puridad es derecho.
Esto es lo que sucede por ejemplo cuando un ciudadano desempleado exige que se
cumpla su derecho a un trabajo y el Estado no lo resuelve adecuadamente. Quizá
por esta razón Carl Schmitt señalaba que los derechos sociales pueden estar o
no en la Constitución, pero no son Constitución. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Más
allá de los servicios que el Estado <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">ofrece</span> para <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">evitar</span>
una vida miserable y <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">procurar</span> mayores cuotas de bienestar social para todos, hoy el
afán de constitucionalizar derechos que rebasan el ámbito de los derechos
fundamentales e incluso de los básicos servicios sociales responde a la
extendida estrategia de hacer política a través de un lenguaje jurídico. Y de
hecho la mayor declaración política que se puede hacer en la actualidad es
trasformar cualquier proclama ideológica en derecho. La declaración es
apoteósica si exigimos incluir este derecho en la Constitución. Proclamar que
hay un mundo mejor al que podemos aspirar, un mundo de amistad, solidaridad y
amor suena demasiado poético y poco movilizador. Pero si gritamos en un mitin
que tenemos derecho a la amistad, a la solidaridad y al amor, el mensaje se
torna más rotundo. No digamos si exigimos que tales derechos se incluyan en la
Carta Magna, único objeto cuasi sagrado en la secularizada sociedad moderna.
Casi todos admitimos hoy que el Estado debe ofrecernos algunos servicios: infraestructuras,
ayuda a los necesitados, educación y sanidad dignas para todos, por ejemplo. Y
asumimos que para este fin el Estado merme nuestra hacienda. Pero también
deberíamos ser conscientes de que una vez admitida esta <i>donación</i> del
Estado, el Estado puede intentar <i>donarnos maternal y generosamente</i> otras
muchas cosas quizá no tan claramente beneficiosas. Seguro que siempre lo hará
retóricamente por nuestro bien, aunque no siempre con nuestro permiso. Y <i>estas
otras cosas</i> aparecerán siempre en el lenguaje político como derechos sociales.
Y aquí es donde los derechos fundamentales se revelan como esencialmente
diferentes. Los primeros son nuestros instrumentos para defendernos de los
excesos del Estado. Los segundos, exclusivos derechos del Estado que buscan
justificar sus excesos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
¿Cuáles
son esas otras cosas? En realidad todos los derechos que no son los políticos y
civiles se introducen en la legislación por la puerta de los llamados derechos
sociales, tanto si son servicios sociales como si no lo son. Incluido el
ecologismo mal entendido. Que admitamos que es un derecho social el disfrutar
de parques y bosques no debería implicar que una planta tenga derechos, obviamente.<b>
</b><b><span style="font-weight: normal;">No es hipérbole. A este
respecto Dave Foreman</span></b><b>,</b> cofundador de Earth First!, llegó
a decir: "La Tierra tiene cáncer, y ese cáncer es el hombre".<i>Mutatis mutandis</i> con los movimientos
animalistas extremos. Se pasará, sin solución de continuidad, de asumir que no
debemos maltratar a los animales a considerar asesino al conductor que atropella
una ardilla que se cruza inesperadamente en la calzada. Derechos vegetales y
animales, ¿por qué no constitucionalizarlos? Por este camino tendremos un libro
al que llamaremos constitución que en el mejor de los casos describirá una
bonita utopía. En el peor, un pesadillesco galimatías atiborrado de proclamas
ideológicas oscuro y tenebroso como la niebla. Complejidad y laberinto que solo
puede beneficiar a los tiranos dispuestos a hacer ley de su voluntad. En cualquier
caso, no tendríamos Constitución alguna. Nuestro utópico o laberíntico libro
daría paso así a un Estado omnímodo con licencia para intervenir en todos
nuestros asuntos con el bien social, ambiental o ecológico como excusa. Es
decir, un Estado metomentodo empeñado en crear al hombre nuevo con sofisticadas
técnicas de ingeniería social: ¿la <i>forma amable</i> de un estado totalitario?
Probablemente. Jouvenel apuntaba a un Estado Minotauro, poderosa máquina de
legislar que se cuela en todos los rincones de la sociedad. Pensado para la
seguridad, se convierte así en la causa de la intranquilidad y, como el Minotauro
mítico, exige vorazmente constantes sacrificios. Sacrificio de vidas humanas en
la guerra y de libertades en la paz. Totalitarismo en nombre del bien, de lo
políticamente correcto y de la opinión de moda. Este es el camino emprendido
por la llamada ideología de género asumida cada vez más por el Estado, por
poner un ejemplo lo suficientemente esclarecedor. En virtud de esta ideología
el deseo subjetivo se convierte en fuente de derecho, pues el deseo de ser
hombre o mujer prevalece sobre cualquier otro criterio de demarcación dado por
la ciencia, la costumbre, la tradición o la mera evidencia empírica. ¿Tengo
derecho a ser reconocido y tratado por la administración como Napoleón porque
me siento Napoleón? En otros tiempos esto se llamaba locura, hoy es la normalidad.
Asimismo la presunción de inocencia de todo ciudadano ante la ley, pilar básico
de todo Estado de Derecho, se vulnera en el caso de un varón en relación con su
pareja femenina. Y el hombre tendrá la penosa tarea de demostrar su inocencia
ante la acusación de la mujer que se considere maltratada. Aunque quien tendrá
que demostrar su inocencia será en realidad su abogado, pues el hombre, est<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">é</span> o
no fundada la acusación, dormirá una o dos noches en el calabozo hasta que se
resuelva la cuestión. Aunque tales leyes no hayan llegado a la Constitución, sorprendentemente
operan de facto en la sociedad a pesar de su explícita inconstitucionalidad y,
tal como están las cosas, no es disparatado que se incluyan en una futura
reforma <span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">c</span>onstitucional, siquiera para evitar esta incoherencia. Su puerta de estrada será sin duda los
derechos sociales. Aun siendo grave el predominio de la ideología de género, lo
es más el precedente legal de retornar al derecho penal de autor. Esto es,
juzgar por lo que somos y no por lo que hacemos. Si la estadística, en muchas
ocasiones sesgada y amplificada por los medios de comunicación, asigna
mecánicamente culpabilidad a colectivos sociales, ¿en un futuro no muy lejano
tendrá un gitano que demostrar su inocencia ante la acusación de un robo
cualquiera?, ¿tendrá que demostrar que no es culpable un colombiano acusado de
tráfico de drogas? Atendiendo a los datos de criminalidad en Nueva York,
¿deberán demostrar los negros que no son asesinos? Aviso para navegantes: una
Constitución que menosprecie la libertad, la presunción de inocencia y el control
del poder estatal (aunque sea con las mejores intenciones), no es Constitución.
</span></span></div>
Jesús Palomarhttp://www.blogger.com/profile/18419530594178197349noreply@blogger.com0