PRESENTACIÓN

sábado, junio 29, 2013

DESAHOGO DE FINAL DE CURSO


Mi amigo y colega Ángel LuisAlfaro me pasó hace unos días un desahogo de final de curso con el que no podía estar en desacuerdo. Me atreví a sugerirle algunos cambios formales y a incluir alguna glosa que fue aceptada muy generosamente por su parte. Finalmente, mi estimado colega se animó a dar otro repaso formal al texto mejorándolo sustancialmente. Con su permiso, lo publico en este blog.


El juez miró a los niños acusados de haber cumplido o estar en condiciones de cumplir seis años de vida en el año en curso, y tras verificar las pruebas documentales que demostraban tal hecho, emitió sentencia:
Imponemos a todos, en el periodo decisivo de su desarrollo personal, una condena mínima de diez años en instituciones cerradas donde permanecerán de ocho a dos, de lunes a viernes y de septiembre a junio. Durante ese tiempo se les obligará a transitar un único camino y a compartir su vida en espacios más o menos reducidos con un grupo de congéneres seleccionado con criterios ajenos a su voluntad, entre los que destaca la edad cronológica. En esas condiciones han de recibir la información y el ejemplo formal que, en el mejor de los casos, sean capaces de ofrecerles maestros y profesores; al tiempo que recibirán la información y el ejemplo que les transmitirán, de forma mucho más eficaz, sus compañeros y la propia institución de manera informal (lo que se denomina en la jerga pedagógica “currículum oculto” –obsérvese la cortesía implícita en la aclaración, licencia que se permite el docto magistrado-).
El alumno no podrá elegir los medios del cumplimiento de su condena, ni podrá optar entre diferentes caminos para su educación obligatoria. Si el alumno expresa con su actitud que el camino, el único camino, es manifiestamente  inadecuado para él, o que en su voluntad alberga el deseo abandonar el camino en algún momento del recorrido para todos fijado, haciéndose objetor escolar (con comportamientos tales como utilizar indebidamente el material, incluso romper puertas o ventanas del Centro, insultar y agredir a sus compañeros y profesores –agradezcamos de nuevo la cortesía-), la condena aumentará en uno o dos años, según la persistencia de tales comportamientos y actitudes.
Asimismo se condena a todos a la mentira sistemática, pues no debemos olvidar que la hipocresía y el cinismo son los valores que definen nuestra civilización:

viernes, junio 14, 2013

REQVIEM PHILOSOPHIAE


Requiem por la Filosofía
(Obviamente no soy Marco Antonio, ni la Filosofía es Julio Cesar. Pero sirvan estas letras como sincero homenaje a  William Shakespeare, creador genial, indiscutible pensador y peculiar filósofo)

¡Profesores, padres, alumnos, prestadme atención! Aquí os traigo el cadáver de la Filosofía. Como todos sabéis, el gobierno la ha matado. No vengo a ensalzarla, sino a inhumarla. El mal suele perdurar. A menudo el bien queda sepultado con el muerto. Pero, en justicia, también la Filosofía merece unas palabras, pues hasta un demonio las merece. Con la venia de Wert y los demás, pues Wert es un hombre honrado, como lo son todos los miembros del gobierno, dedicaré esas palabras a la difunta en este improvisado funeral.



El ministro Wert sugiere que la Filosofía era nociva para la juventud, pues ha de ser ésta la razón por la que tan duramente ha sido castigada. Si verdaderamente fue nociva para la juventud, gravemente ha pagado ya por ello. No obstante, la Filosofía era mi amiga, para mí leal y sincera. Pero Wert sugiere que era nociva. Y Wert  es un hombre honrado. Infinitas luces trajo a Occidente. Con ella llegó la democracia a la Antigua Grecia. Y de aquella antigua democracia nacieron nuestras democracias modernas ¿Es la democracia nociva?, ¿es peor la luz que la oscuridad? El mal debería ser de una naturaleza más siniestra y tenebrosa. No obstante, Wert sugiere que la Filosofía es poco recomendable para la juventud, y Wert es un hombre honrado. Con Epicuro nos enseñó a no temer a la muerte y a disfrutar de nuestra corta existencia con inteligente moderación. Nos ejercitamos con el estoico Zenón en apretar los dientes y en soportar con dignidad los duros golpes que nos da la vida. Y con Nietzsche aprendimos que puede haber dioses danzarines y que la sabiduría puede ser una explosión de alegría ¿Es esto perjudicial para la juventud? ¡Perdonadme un momento! La emoción me embarga. Mi corazón está ahí, en el féretro junto a la Filosofía, y he de reposar hasta que torne a mí.