viernes, febrero 18, 2011

LA SECTA PEDAGÓGICA

En los últimos años he leído algunos libros interesantes sobre la situación de la enseñanza en España: “El archipiélago Orwell” de Mercedes Rosúa, un tocho de más de 400 páginas donde se mezclan vivencias personales, la educación en la China comunista, la España de los 70 y una reflexión muy aguda sobre la enseñanza actual. Especialmente clarificador el capítulo titulado “Tiempo de chantaje”. Otro libro, algo más ligero y ameno, es “El destrozo educativo”, de Gregorio Salvador. Está prologado por Antonio Muñoz Molina, y es una recopilación de artículos que nos da una panorámica bastante fiel de lo que ocurre hoy en la Enseñanza Media. Pero quizá el libro especialmente recomendable por ser claro y sintético es “La secta pedagógica”. En 148 páginas la autora Mercedes Ruiz Paz desmonta con un lenguaje divertido, demoledor y ameno el fraude de la LOGSE.

Enlaces recomendados:
Blog DESEDUCATIVOS.
Libros sobre la enseñanza en España.

jueves, febrero 17, 2011

COMIENZA LA ESTUPIDEZ




El pasado nueve de enero publiqué el artículo Tabaco, estado y libertad. El último párrafo del artículo decía esto:

...Creo que acabaremos todos neuróticos o paranoicos. En cualquier caso, un poco más estúpidos y con algo más de mala leche. Eso sí, nuestro cuerpo sano como una manzana. Aunque no sé. La estupidez y la mala leche son a veces la causa de otros males que pueden acabar también perjudicando la salud. ¿O no?...

Leo las siguientes noticias en los periódicos. Sin comentarios.

Amonestado el musical 'Hair' porque se fuma en escena.
Los responsables de la obra aseguraron ayer que los actores no consumen tabaco en el escenario, sino una mezcla de hierbas procedentes de una herboristería

"La Agencia de Salud Pública de Barcelona ha enviado una advertencia a los responsables del musical Hair, Love & Rock Musical, que se representa en el Teatro Apolo de la capital catalana, porque se fuma en el transcurso de la obra. El aviso de una posible sanción llega después de la denuncia de un espectador. La ley antitabaco, que entró en vigor el 2 de enero, prohíbe fumar en todos los locales públicos cerrados.

domingo, febrero 13, 2011

LA GARROTA DE LA RAZÓN


«Una neurosis obsesiva es una religión deformada
 y una paranoia, un sistema filosófico deformado»
Tótem y tabú. Sigmund Freud.


Los seres crepusculares, limítrofes entre dos mundos irreconciliables, son siempre monstruosos, capaces, como Cuasimodo, de conmovernos por su infinita vulnerabilidad y de asustarnos por sus imprevisibles y excesivas potencias. El temible monstruo suele ser también el pobre monstruo susceptible de tornarnos compasivos. Cuasimodo se ve a sí mismo como un hombre y la Humanidad insiste en considerarlo un horrible animal. La encrucijada de su destino anticipa su tragedia. El origen del monstruo no está en los planos previos (las esencias), sino en los ladrillos de la construcción (causa material) o en el instrumento que lo construye (causa eficiente): así razona Aristóteles. Es decir, la naturaleza tiene las formas-fines preestablecidos y cuando estos no se realizan es por una deficiencia en los medios que llevan a cabo la construcción. El monstruo es un accidente, un mero error de cálculo. La inocente criatura pagará las consecuencias con su existencia trágica e inadaptada durante el resto de su vida. Su permanente quiero y no puedo evidencia así la fatalidad de su carácter enfermizo. Porque el monstruo, precisamente por ser un error, es substancialmente un enfermo.

domingo, febrero 06, 2011

JEAN PIERRE, EL FILÓSOFO (un cuento)

Relato incluido en el libro: "LA MUERTE DE FEDERICO ALMAGRO y otros relatos fantásticos"
ARISTÓCRATAS, OBISPOS, GIRONDINOS, jacobinos, todos convivían en aquel espacio cerrado y apestoso; todos iguales ante un mismo destino. Corría el año 1794, un invierno pálido y fantasmal, y en la cárcel parisina de Sainte Pelagie cientos de hombres y mujeres esperaban una última audiencia con Madame Guillotine. Entre tanto, la vida cotidiana en Sainte Pelagie no era triste. La pena excesiva torna en resignación demasiado rápido y se convierte a menudo en libertad desaforada, valentía, incomprensible euforia. Muchos de aquellos pobres condenados eran frívolos, superficiales, pero por profundidad, por exceso de hondura. Nadie es más libre y sincero que quien asume una muerte segura. La certeza de un fatal destino vuelve locos a algunos, pero cuerdos a la mayoría. Si vivir es vivir el presente, los condenados vivían de verdad. Si la auténtica cordura es retomar la seriedad con la que juega el niño, los condenados eran los más cuerdos de toda la Francia revolucionaria, y Sainte Pelagie la utopía mil veces buscada donde escaseaba el resentimiento por antiguas hazañas, los odios por las diferencias, acaso por no haber diferencias. Ante Dios, todos iguales; pero si aún nos atrevemos a dudar de su existencia nos queda la muerte ineludible y cierta. Algunos condenados simulaban el juicio del tribunal revolucionario teatralizando la situación. Los condenados jugaban a ser fiscales, abogados, jueces, condenados... Al finalizar, el fiscal acababa también guillotinado y entre risas de los presentes daba un sermón quejumbroso desde un simulado infierno. Toscos plebeyos flirteaban con refinadas aristócratas, revolucionarias burguesas hacían el amor en oscuros rincones con duques y condes. Todos los días, el último; todas las palabras y todos los suspiros, los últimos. Nacían, entre el revoltijo de harapos y malos olores, intensas historias de amor y desamor. En un día, en una hora, en un instante, mil veces se moría y mil veces se volvía a nacer.