lunes, julio 03, 2006
EL DEDO (o de lo que se muestra)
Hace mucho, mucho tiempo. Cuando el mundo era tan reciente que apenas nada tenía nombre, un joven descubrió su dedo índice. Maravillado por su cegadora belleza y perfección lo ocultó durante años como un tesoro muy preciado. «No es bueno que los otros sepan mi secreto», pensaba temiendo que alguien se lo robase. Una noche, siendo ya muy anciano, decidió ser generoso. «¡Mirad todos esta maravilla! ¡Contemplad sin pudor su inenarrable arquitectura!», proclamó orgulloso con el puño en alto y el dedo enderezado. Justo sobre su dedo, contemplando la Tierra desde las alturas y exhibiendo su brillante redondez, se encontraba la Luna. La gente que por casualidad presenció la transcendental revelación ignoró el peculiar apéndice y descubrió la extraordinaria luminaria que presidía el firmamento. Todos le agradecieron su conveniente indicación, pero el hombre y su dedo se marcharon contrariados por tamaña insensibilidad e hiriente indiferencia. «¿Cómo pudieron despreciar tu hermosura?», le dijo dolido y desconcertado a su dedo.
Jesús Palomar Vozmediano
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Publicado por
Jesús Palomar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Lo que se muestra es la superioridad...¿científica? ¿Moral? ¿O política? El dedo índice es un arma en el teatro social, y quien descubre su poder descubre su dominio sobre las mentes, ¿no es mejor mirar la luna que mirar su dedo?.
Señalando recorta el mundo y nos esconde "lo otro", y antes que reconocer el mecanismo de dominio, ¿no deberíamos ignorar el propio mecanismo?
No en vano filosofas "desde el palomar".
Curioso que vengo a tu blog desde el enlace que te tiene puesto "filosofo impaciente", haríais buen tandem, "impaciente desde el palomar"...¡cuidado no acabéis como Simón el estilita gritándole a la gente desde lo alto de su columna!
(lo cual, dicho sea de paso, no cuadra con lo interesante, y lo implicado en la lucha política, de tus escritos en el cuaderno)
“¿no es mejor mirar la luna que mirar su dedo?.
Señalando recorta el mundo y nos esconde "lo otro", y antes que reconocer el mecanismo de dominio, ¿no deberíamos ignorar el propio mecanismo?”
Quizá tengas razón, no obstante este pequeño cuento está matizado por el comentario anterior. Pero...
Si miras la luna porque lo señala el dedo, ¿no estás desprotegido del poder del que señala y te indica lo que debes ver?
Y si ignoras el mecanismo del poder, ¿no estás condenadote a someterte a él?
Un saludo desde el Palomar, que intenta mirar minuciosamente el mundo, pero no desde una altura sobre humana.
Publicar un comentario