domingo, mayo 18, 2008

ENSEÑANZA EN CUBA

Las palabras que a continuación expongo están entresacadas del blog de Yoani Sánchez llamado Generación Y. La heróica Yoani, recientemente galardonada con el premio Ortega y Gasset de periodismo digital (la administración cubana no le dejó venir a España a recogerlo), nos cuenta algo interesante sobre la educación en su país.

Solo añado dos cuestiones:

a) Cuando veas las barbas de tu vecino cortar....

b) Echar un vistazo al blog. Yo lo conocí cuando, antes de ser premiada, un ratoncillo de la red llamado filósofo impaciente lo recomendó en su blog.

http://desdecuba.com/generaciony/?p=233


"En la secundaria donde estudia mi hijo tuvimos una reunión de padres que duró tres horas y casi termina en una pelea. La directora del centro escolar leyó la resolución 177 del Ministerio de Educación aprobada en diciembre pasado, donde se establece que el índice académico ya no será determinante a la hora de proseguir estudios en la enseñanza media superior. Los que tengan más altas calificaciones no saldrán premiados con las mejores plazas en preuniversitarios de ciencias exactas, escuelas de arte o tecnológicos de informática y comunicaciones, sino que el tamiz de la selección beneficiará a los más “integrales”.
El conocido escalafón que se confeccionaba a partir de las notas acumuladas durante los tres cursos de la secundaria, ha dejado de existir. En su lugar, el profesor tiene la potestad de asignar –a dedo- quién estudia cada especialidad. Los nueve parámetros que, según el nuevo método de calificación, hacen la integralidad de un joven, son:
1. Asistencia y puntualidad2. Actitud ante el trabajo3. Actitud ante el estudio4. Disciplina5. Uso adecuado del uniforme y de los atributos pioneriles6. Manifestaciones y actividades político-patrióticas7. Participación en actividades culturales y deportivas8. Cuidado de la propiedad social y del medio ambiente9. Relaciones humanas
El punto seis es suficiente para disparar las alarmas, pues abona el terreno donde crecerán fortalecidos el oportunismo y la simulación.
La inquietante reunión ocurrió en los mismos días del Congreso de la UNEAC, donde varios delegados criticaron el estado de la educación cubana y de la formación de valores. Por un lado, se exige que se fomente el talento y la creatividad y por otro, los férreos límites de la ideología segregan a los que piensan diferente.
No me preocupo tanto por mi hijo, pues en los dos años que le quedan para acceder a otro nivel de enseñanza puede ser que ya la impopular medida no exista. Sin embargo, me asusta una Nación donde no se premia el talento, sino la incondicionalidad ideológica; donde un estudiante que participa en una demostración política, puede ser mejor evaluado que aquel que domina los contenidos; donde las propias intituciones escolares señalan, como más atractivo, el camino de las máscaras"

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