Freud y Nietzsche descubrieron que la razón no es el centro del hombre. Si bien tenemos razón, somos seres deseantes expertos en racionalizar nuestros deseos.
Dan Ariely, un peculiar psicólogo experimental, se esfuerza en enseñarnos de forma práctica el mecanismo deseante de nuestras decisiones. Nos viene a decir que el homo economicus no es una atemperada máquina que sopesa los pros y los contras de sus compras, sino algo más irracional. Ilustra su tesis con algunos experimentos de los cuales destaco aquí uno. Cuando se pide a un grupo de clientes deseosos de viajar que elija entre dos opciones semejantes, pero de distinto signo, las decisiones se suelen repartir equitativamente. Por ejemplo, dos ofertas de viaje: Roma y Paris, ambas en hotel de lujo con comida y desayuno incluido. Las dos con el mismo precio. Lo interesente es que si incluimos una tercera opción parecida a alguna de las anteriores, pero menos resultona: un viaje a Roma más caro, sin desayuno incluido, por ejemplo, variamos el resultado estadístico de la elección. La mayoría elegirá ahora el viaje a Roma “más barato”, desechando el viaje a Paris.
El experimento funciona también en cuestiones más cotidianas. María e Inés son dos jóvenes y guapas amigas. María es morena e Inés rubia. Suelen tener un éxito similar cuando salen los sábados a ligar. Pero resulta que algunos días se une Amparo, hermana de Inés y parecida a ella, pero algo más fea. ¿A quién beneficia el cambio? Cuando las tres salen a ligar juntas quien más éxito tiene es desde luego Inés.
Los viejos teóricos de la democracia consideraban al ciudadano elector como un ser impolutamente racional que elige siempre tras una prudente reflexión, pero si hacemos caso a Freud y a Ariely los mecanismos irracionales del deseo también aquí juegan un destacado papel. Durante las últimas décadas las elecciones políticas se dirimían entre tres partidos nacionales: PP, PSOE e IU. PP y PSOE eran semejantes pero de distinto signo, digamos que uno era moreno y otro rubio. Pero IU se parecía un poco al PSOE. Obviamente, y a tenor de los resultados, IU era la hermana fea del PSOE. Se entiende entonces por qué el partido que más ha estado en el poder desde la muerte de Franco ha sido el PSOE. Si la memoria no me falla el PSOE ha ganado cinco legislativas y el PP tres. Teniendo en cuenta las elecciones municipales del 24 de mayo son muchas cosas y muy importantes las que pueden cambiar en España. No obstante, en esta somera reflexión yo solo me limitaré a poner el foco en algo un tanto frívolo y superficial. En la escena política ha desaparecido un viejo actor: IU. PP y PSOE se encuentran ahora cara a cara, los dos en caída libre y con semejante numero de votos. Como dos viejos púgiles sonados siguen luchando entre ellos. Y su instinto de supervivencia pasa por aniquilar al otro. Visto los pactos que se han realizado, ¿se convertirá el PSOE en la hermana fea de Podemos?
El experimento funciona también en cuestiones más cotidianas. María e Inés son dos jóvenes y guapas amigas. María es morena e Inés rubia. Suelen tener un éxito similar cuando salen los sábados a ligar. Pero resulta que algunos días se une Amparo, hermana de Inés y parecida a ella, pero algo más fea. ¿A quién beneficia el cambio? Cuando las tres salen a ligar juntas quien más éxito tiene es desde luego Inés.
Los viejos teóricos de la democracia consideraban al ciudadano elector como un ser impolutamente racional que elige siempre tras una prudente reflexión, pero si hacemos caso a Freud y a Ariely los mecanismos irracionales del deseo también aquí juegan un destacado papel. Durante las últimas décadas las elecciones políticas se dirimían entre tres partidos nacionales: PP, PSOE e IU. PP y PSOE eran semejantes pero de distinto signo, digamos que uno era moreno y otro rubio. Pero IU se parecía un poco al PSOE. Obviamente, y a tenor de los resultados, IU era la hermana fea del PSOE. Se entiende entonces por qué el partido que más ha estado en el poder desde la muerte de Franco ha sido el PSOE. Si la memoria no me falla el PSOE ha ganado cinco legislativas y el PP tres. Teniendo en cuenta las elecciones municipales del 24 de mayo son muchas cosas y muy importantes las que pueden cambiar en España. No obstante, en esta somera reflexión yo solo me limitaré a poner el foco en algo un tanto frívolo y superficial. En la escena política ha desaparecido un viejo actor: IU. PP y PSOE se encuentran ahora cara a cara, los dos en caída libre y con semejante numero de votos. Como dos viejos púgiles sonados siguen luchando entre ellos. Y su instinto de supervivencia pasa por aniquilar al otro. Visto los pactos que se han realizado, ¿se convertirá el PSOE en la hermana fea de Podemos?