La película Antz nos sirve para ilustrar la política platónica. Existen múltiples similitudes y algunas diferencias. Intentemos resaltarlas.
El hormiguero está estructurado en tres clases sociales: gobernantes, militares
y trabajadores, de forma similar a como Platón piensa su República. Las clases
sociales están determinadas por el temperamento del individuo que tiene un
carácter hereditario, recordemos como al principio de la película es asignado
un pico o un casco militar a la pequeña larva de hormiga. La virtud de cada
clase social es el cumplimiento de su deber. Lo importante es el superorganismo
o la comunidad de hormigas donde el individuo es insignificante. La
aristocracia gobernante (la reina, la princesa Bala y su séquito), convive con
la clase militar en Palacio (al menos con las altas jerarquías militares) y
Platón prescribe que gobernantes y militares vivan en comunidad.
Ciertamente la aristocracia gobernante de la película Antz (la hormiga reina y su hija), no son filósofos. Además lo que plantea la película es más bien el sometimiento de la aristocracia a la élite militar en una especie de golpe de Estado. Ambas cuestiones no serían subscritas por Platón.
Ciertamente la aristocracia gobernante de la película Antz (la hormiga reina y su hija), no son filósofos. Además lo que plantea la película es más bien el sometimiento de la aristocracia a la élite militar en una especie de golpe de Estado. Ambas cuestiones no serían subscritas por Platón.
La utopía es una forma
de organización social y política que debido a la perfección teórica que supone
y a los presupuestos sobre la naturaleza humana de los que parte resulta
imposible o muy difícil de realizar. La palabra utopía es de origen griego y
etimológicamente nos remite a un no-lugar (u-topos), algo que no existe
“¿todavía?” en la realidad. El primero que utiliza esta palabra en el sentido
citado es el renacentista Tomás
Moro en su obra Utopía donde describe una sociedad ideal.