El PSOE ha publicado un video que al parecer ha levantado gran polémica. La chacha que lleva a un colegio privado al hijo del señorito. Se supone que este señorito debe de ser un malvado derechista, rico y probablemente católico apostólico. O sea, del PP. En fin, el mensaje es que estos caballeros quieren acabar con la enseñanza pública de calidad. Para que los pobres se jodan y los ricos, que pueden pagarse un cole privado, tengan una buena educación. Por ende, el PSOE, cuan séptimo de caballería, es el único partido que puede defendernos de este terrible mal.
Lo que ocurre es que hace ya muchos años que no existe en España una Enseñanza pública de calidad. Y que fue precisamente el PSOE el más responsable de su destrucción. De la Enseñanza en España se podría decir aquello de “entre todos la mataron y ella sola se murió”. Aunque desde luego unos la mataron más que otros.
A continuación expongo una NUEVA VERSIÓN del famoso video que en mi humilde opinión se ajusta un poco más a la realidad.
3 comentarios:
Absolutamente de acuerdo, Jesús.
¡Cómo si los Solana, los Gozález, los Sartorius, los Semprún o los Carrillo no hubieran tenido servicio en casa!
Cuando terminé brillantemente en el 89 mi primera licenciatura había tanto paro, que decidida a volver a Madrid para hacer mi tesis, encontré el empleo de mi vida al ladito de la RAE: niñera interna de dos nenas del Kings College. Dan fe de ello, mis dos años cotizados a la Seguridad Social como empleada del hogar con batita de lunares. Mi tesis me sirvió para sacar a la primera una de las oposiciones más duras de la historia, la del 96. Todo mi esfuerzo se merecía algo mejor que la Logse cuando llegué exhausta. Desde entonces, parece que ha pasado Atila...
¡Cuánto esfuerzo ("estudio") para ser meramente compasiva y bondadosa!
Bienvenida a El Palomar, Laura.
Quizá insisto mucho en la maldad de la LOGSE, ya sabes “Delenda est LOGSE”. Pero es que la memoria de los hombres a menudo es débil, y queda olvidado o racionalizado (muchas veces por prejuicios políticos) lo que sigue siendo, en mi opinión, lo esencial. Es cierto que lo que le está ocurriendo ahora a la Enseñanza es la gota que colma el vaso. Pero lo desconcertante para mí es que todas las protestas van solo a la gota y no a todo el agua del vaso. En un Instituto de mi barrio hay un cartelón que dice: Por la calidad. Y enuncia a renglón seguido: compensatoria, guardias, refuerzos. Hace algún tiempo (corrígeme si me equivoco), en tu propio Instituto (sabes que está cerca de mi casa) vi un cartel similar que identificaba calidad con las horas de tutorías, no sé si sigue estando el cartel. He oído a algunos profesores decir por la tele que debía haber más orientadores en los Centros. No, ésta no es mi guerra. No estoy de acuerdo con que me pongan dos horas más de clases, ni que me bajen el sueldo; y tampoco me parece bien, en estos momentos de crisis, que dejen de contratar interinos. Pero si todas estas reivindicaciones se meten en un mismo saco (un saco donde nadie habla de la logse, claro) no puedo apoyarlo. Por una sencilla razón, porque a lo mejor me lo conceden, y hay de repente más tutorías y hacemos más guardias y en lugar de un psicopedagogo hay dos o tres que nos requieren por duplicado o triplicado en reuniones absurdas y papeleos interminables. Soy profesor, y quiero que la Enseñanza Secundaria vuelva a ser una verdadera Enseñanza Media y no un centro asistencial o un Centro de ocio obligatorio. Como ciudadano reclamo del Estado esa asistencia social, pero como profesor reclamo del Estado la dignidad académica que merece un Instituto. Y que estas dos cuestiones estén claramente diferenciadas.
Un saludo afectuoso.
De acuerdo en todo, Jesús. Por eso en mi comentario, quedaban enfrentadas titulación académica (lo que se tiene derecho y deber de enseñar y aprender) y los valores pseudomorales de la logse ("hay que comprender", "pobrecito, apruébale")que reducen los estudios de un Gymnasium a un gheto asistencial;donde es fácil que los alumnos que no aprueban por rigor, sean los futuros orientadores que trabajen en un instituto que absorbe un capital humano (discente y laboral), que la sociedad no puede reciclar (adolescentes predelicuentes y pts, asistentes, bla, bla...que provienen de una formación de ciclos formativos o que se introducen en carriles profesionales desde carreteras muy locales para desembocar en la autopista de funcionarios profesores): casos de petés con clases de cinco miembros, que con técnicas preescolares entran a trabajar y salen relajadamente, cobrando un sueldazo y no entrando a considerar cómo explicas Kant a 38 iletrados o la disciplina de una educación rigurosa en cualquier materia SERIA (ya es hora de llamar a las cosas por su nombre).
Besote.
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